Piden perpetua para Argüello por el crimen de Víctor Cano
25/04/17
Al concluir ayer los alegatos en sede judicial de Chilecito la Fiscalía pidió la pena máxima para el único acusado, Alan Argüello, a quien lo consideran como autor material de homicidio con ensañamiento. La defensa del imputado pidió la absolución al considerar a su defendido como una persona enferma.
CHILECITO, (De nuestra agencia). Tras finalizar la etapa probatoria, se realizaron ayer los alegatos en el juicio que busca esclarecer la muerte de Víctor Cano, y en la oportunidad, la fiscal de Cámara, Analía Alcaraz, mantuvo la acusación de la Requisitoria Fiscal de elevación de la causa a juicio y pidió la pena de prisión perpetua, por considerar a Alan Argüello culpable de “homicidio agravado por ensañamiento”. En este sentido, la letrada aseguró que el imputado tenía “pleno conocimiento de sus actos” y que “no sólo lo mató (a Cano)”, sino que “le causó un dolor innecesario y extraordinario”, tras acertarle 23 puñaladas, lo que, según la fiscal justificaría la figura de “ensañamiento”.
El Tribunal Penal conformado por las juezas Rita Albornoz, Claudia Zárate y Karina Gómez, darán a conocer la sentencia el próximo viernes 5 de mayo a las 12.
TODO COMENZÓ POR UN TEMA MUSICAL
Fue la fiscal Alcaraz la que en su relato dio detalles pormenorizados de cómo, según ella, y en base a la pruebas acercadas a la causa, sucedieron los hechos.
En su alegato, la doctora narró que todo comenzó en la noche del 24 de diciembre de 2013, cuando la familia Cano, junto a familiares y amigos, se reunió a celebrar la Navidad en su casa ubicada sobre la calle Formosa al 94, en el barrio Mayo. Allí los festejos se habría dilatado hasta la madrugada, incluso con la presencia de un DJ.
Siempre siguiendo la palabra de la fiscal, cerca del amanecer llegó al lugar Alan Argüello, quien era vecino de la familia, quien luego de dormirse y posteriormente recuperarse se dirigió hasta donde se encontraba el DJ y le pidió un tema musical, el cual el encargado de la música le contestó que no lo tenía. Ante esto Argüello se enojó y le arrojó un “vaso con bebida”.
Ante esta situación, un familiar de Cano, acompañó a Arguello para que se retire a su casa ubicada a metros de ese domicilio. En ese tiempo la familia Cano ya planeaban dirigirse a un camping para continuar con los festejos, cuando vieron que en la calle estaba Arguello con un cuchillo carnicero en la mano, con una hoja de unos 20 centímetros aproximadamente, diciéndole al DJ (David Aguirre) “te voy a matar”, según graficó la fiscal. Esto provocó un cambio total de clima en la casa, lo que motivo a Víctor Cano, “como anfitrión de la fiesta” a intentar calmar a Arguello y llevarlo nuevamente a su casa. “Esa fue la última vez que se lo vio a Cano con vida”, dijo la fiscal, ya que en el interior de su vivienda, Argüello le habría acertado las 23 puñaladas a Cano. “Como Sabemos Alan estaba solo en su casa, porque su parientes se habían ido a Chamical a pasar la navidad, no podemos saber cómo empezó esto, pero sabemos que el único que estaba en la casa era Alan”, manifestó Alcaraz otorgándole al imputado la autoría del homicidio.
“EN PLENA CONCIENCIA DE SUS ACTOS”
En esta línea, la fiscal manifestó que el imputado “estaba en perfectas condiciones de entender lo que hizo”, argumentando que después de ocurrido el homicidio, “se escapó de esa casa, se subió por los techos, tiró el cuchillo en la casa de un vecino y llegó a la casa de su tío, a unas cuatro cuadras en el barrio Cable Carril, donde confesó el hecho”.
Por último, la letrada remarcó que, con las pruebas arrimadas a la causa, se pudo comprobar la figura del “enseñamiento” ya que aseguró que fue una actitud “depravada y violenta”. “No sólo lo mató, sino que le causó un dolor innecesario y extraordinario. Cano sintió venir la muerte”, expresó la fiscal.
Explicó del deceso de la víctima fue porque “el tórax y el diafragma se llenaron de sangre”, y añadió que al cuerpo también se detectaron heridas post mórten por lo que “me imagino el terrible dolor que habrá sentido (Cano) en esos momentos”.
Ya para finalizar su alegato, Alcaraz reconoció los problemas de Argüello atravesó en su adolescencia, aunque remarcó que “ello no elimina el sentido de su realidad. Él fue plenamente consciente de sus actos”.
LA DEFENSA PIDIÓ SU ABSOLUCIÓN
A su turno de presentar los alegatos, la defensa del imputado, compuesta por José Olivero Icazatti y Paula Peralta Reyes, le solicitaron al Tribunal la absolución de Argüello, argumentando que es un joven “enfermo” y con “perturbaciones mentales”.
Para justificar sus dichos, los letrados recordaron que Argüello fue abandonado por su madre, por lo que debió ser criado por sus abuelos, pero cuando su abuela murió le provocó un gran dolor. Luego, a los 13 años, se inició en el alcohol y otras sustancias por lo que fue internado en un instituto de rehabilitación en la ciudad capital.
Asimismo, Icazatti señaló que “no hay precisión de cómo sucedieron los hechos”. “¿Cómo sabemos si (Cano) sufrió y si (Argüello) gozó de ese sufrimiento?”, se preguntó el defensor, dando a entender que se caería la figura de ensañamiento, la cual debe tener esas características, tanto objetiva como subjetivamente, para comprobarse.
Pero los abogados fueron mas allá, intentando derribar la figura de homicidio, considerando que su defendido “tiene una enfermedad mental y una perturbación en las facultades mentales”, según señaló Peralta Reyes, quien también recordó que Argüello tenía “1,83 de alcohol en la sangre al momento del hecho” y que “no recuerda lo que hizo”.
Finalmente, los defensores consideraron que con la condición de inimputabilidad de su defendido, y “la falta de luz sobre cómo sucedieron los hechos”, Argüello debe ser absuelto.