Familias desalojadas del asentamiento 1º de Julio protestaron con corte de calle
19/07/17
Cientos de familias pasaron la noche a la intemperie con temperaturas bajo cero. Fueron desalojadas por orden judicial del asentamiento que habían conformado en la zona sur de la ciudad. Para pedir que el Gobierno les entregue tierras en comodato, realizaron un corte de calle.
El frío y el desamparo golpearon con dureza a numerosas familias que desde hace más de dos semanas, resolvieron unirse para ocupar de forma precaria una larga franja de terreno que atraviesa varios barrios de la zona sur, entre ellos, Los Obreros II, 13 de Enero, Saúl Ubaldini, y Arquitecto Bestani, allí en los lindes de la denominada Ciudad Nueva.
Según relataron, a las 23 de ayer se hicieron presentes efectivos de la Policía de la Provincia, quienes con un amplio operativo procedieron a dar cumplimiento a la orden judicial de desalojo, que ya les había sido anticipada. Sin embargo, fueron muchos los que permanecieron en el lugar pese a las intimaciones; cuando llegó el momento, de manera pacífica comenzaron a retirar sus escasas pertenencias y a desarmar los ranchos hechos de madera, cartón y plásticos.
La medida se cumplió de manera estricta y sin incidentes hasta llegada la madrugada. Por la mañana, reunidos nuevamente en asamblea, acordaron trasladarse e iniciar una protesta. Para ello interrumpieron el tránsito por la rotonda donde se encuentra el monumento de El Chacho, en la intersección de avenidas Félix de la Colina y Ortiz de Ocampo, frente a la Terminal de Omnibus. En ese lugar se mantuvieron también por la tarde, cuando repitieron el corte, mientras unos kilómetros más allá, nada quedaba en pie del Asentamiento “1º de Julio”. La única señal de lo que había pasado era la todavía fuerte presencia de la Policía, algunas máquinas de desmonte, y chicos jugando sobre la tierra aplanada.
Sin respuesta
Verónica Díaz es una de las coordinadoras del grupo. En diálogo con EL INDEPENDIENTE explicó que son alrededor de 600 las familias afectadas. “Al asentamiento se llama ‘1º de Julio’ porque fue ese el día que nos ubicamos. La necesidad es mucha, tenemos personas con discapacidad, enfermos, abuelitos, y muchas familias con niños. Después del desalojo quedaron todos a la intemperie”, explicó.
Durante esas dos semanas los coordinadores accedieron a entrevistarse con el ministro de Infraestructura de la Provincia, Juan Velardez, quien les habría solicitado un listado con los nombres de aquellos integrantes más necesitados, en procura de ofrecerles alguna solución. Se habló de entregar a esas personas en emergencia, terrenos en comodato en el barrio Francisco I. Pero los coordinadores se negaron a reducir el número. “Teníamos que poner 10 o 15 familias por coordinador, nada más, los demás se quedaban afuera, pero no. Presentamos el listado y pusimos a toda la gente”, indicó.
Díaz indicó que desde entonces “no tuvimos respuesta, por eso es el corte”. Ninguna otra área de Gobierno o funcionario se habría acercado para brindarles asistencia, ante lo cual exigen ser escuchados por el Gobernador ante “un Estado ausente”.
Comodatos
Se trata de personas que en algunos casos afirman que ya están inscriptas en la Administración de Vivienda, o tienen hace algunos años asignados lotes en comodato sin concretar. Lo que buscan es que les entreguen terrenos, en algún sector de la ciudad, por los que ofrecen pagar una cuota mensual.
“Somos trabajadores, eso lo queremos dejar en claro, no somos delincuentes. Sólo pedimos un pedazo de tierra para poder edificar nuestro hogar”, expresó Díaz. “Puede ser donde estamos o en otro lugar, donde nos quieran ubicar, lo importante es que lo hagan con todos”.
“Vamos a seguir con los cortes hasta que tengamos una respuesta para todas las familias. La gente que pasa por acá no nos entiende, pero hay mucha gente necesitada”, señaló la coordinadora. Ayer a la noche tenían programado realizar una nueva asamblea para definir una nueva concentración “en otro lugar”.
Tocar fondo
En cuanto al operativo de desalojo de este lunes, Díaz relató que se efectuó de forma “pacífica y respetuosa, tanto por parte de la Policía como de los vecinos. Nosotros ya estábamos preparados, sólo que no sabíamos el día”, aclaró.
“Pedimos disculpas por el corte, pero es la única forma que encontramos para que se nos escuche”, intervino Raúl Luna, otro de los miembros del asentamiento. “La gente se cansó de tocar puertas y ya tocó fondo, realmente no tiene dónde vivir, ni les alcanza para comer”, precisó.