CAMBIAR PARA QUE NADA CAMBIE
22/02/18
La muerte del cadete Emanuel Garay expuso a La Rioja en la escena nacional donde el Gobernador pretende hacernos creer que todo va a cambiar y dejó en evidencia la improvisación con la que se maneja. No existen las políticas de Estado en seguridad, en la Provincia hace tres meses no tenemos ministro de Gobierno y hoy designan un ex militar como ministro cuando en el país y en el mundo se apunta a desmilitarizar las instituciones y colocar personal civil a cargo de ellas.
Veo con buenos ojos la designación del secretario de Seguridad, al comisario De la Fuente ya que el mismo es integrante del staff de asesores de César Angulo, secretario de Seguridad saliente y como jefe de Policía al ex director de Seguridad, hombre de confianza del ex jefe de Policía Antonio Páez.
Se deja en evidencia las incoherencias de los cambios ya sea por impericia o por la imposición misma: La Escuela de Cadetes pasa a la órbita del Ministerio de Educación cuando desde aproximadamente el año 2000 el título que otorga es reconocido por el ministerio de Educación. Entre los años 2005 y 2006 entra en presupuesto y los docentes cobran por ese ministerio, con las nueva ley de Educación Superior pasa a llamarse Instituto Superior de Seguridad y se otorga el título técnico superior en Seguridad reconocido como una tecnicatura.
No es nada nuevo el Ministerio de Educación, nunca hizo el contralor de un instituto que dependía de allí, cuya currícula fue aprobada por el equipo técnico de la dirección superior y nunca exigió que la dirección estuviese a cargo de personal idóneo capacitado para la orientación.
Nunca se cumplió lo establecido en la ley 6.943 que contemplaba el área de institutos policiales, debía estar a cargo de personal civil profesional. En el 2016 se aprueba una nueva ley que aún no se reglamentó y ahora hablan de reformar lo que todavía no se estableció como corresponde al no contar con el acto administrativo correspondiente, el que incidiría si la escuela queda un mes sin funcionar y proponen un cambio real y concreto.
En lugar de estar atando con alambre algo insostenible que queda aún más en evidencia con la designación de la Lic. Ilda Lucero (gremialista) podrían resolver el problema de fondo y en definitiva es el mismo gatopardismo de siempre, cambiar para que nada cambie, el Gobernador nunca hizo en “mea culpa” de la situación en la que se encuentra la seguridad en la Provincia, ni del rol que debe cumplir la Policía en democracia.
Cometieron un error al sostener la misma cúpula policial del ex gobernador Beder Herrera, que cargaba con los asesinatos atroces de Danilo y Romina, además de los manejos no muy santos de lo recaudado por el decreto 840 (tolerancia cero de alcohol) totalmente antidemocrático y ni sobre el mal trato a los demorados en la Alcaidía.
En su propia gestión, la muerte del preso Rolando Bazán en la comisaria cuando hacía años que todos los detenidos se los lleva a la Alcaidía directamente. Esas son algunas de las cosas que suceden en la Policía de La Rioja además de ser el kiosquito de los políticos (intendentes, diputados, ministros), que cambian votos por una recomendación para ingresar en la Escuela de Policía que en realidad es la madre del problema.
¿Algunos creerán que a todos los jóvenes riojanos les gusta ser policía? y en realidad es porque no hay otra salida laboral. Esto se convierte en una de las pocas posibilidades y para un curso que tiene 40 vacantes tienen 160 postulantes y la orden es darle instrucción hasta que abandonen y que sólo queden los 40. Existe una cadena de responsabilidades y la justicia debe llegar hasta el último de los responsables, incluyendo al propio Gobernador que es conocedor de todo lo que sucedía en el ingreso en las escuelas de oficiales y suboficiales de Policía”. Clara Vega, ex diputada