Grieta aniversario
19/05/18
Cuenta la historia, que don Juan Ramírez de Velazco llegó a estas tierras en busca de las riquezas del Famatina, sin saber que el enclave elegido quedaría lejos de sus anhelos. Esta equivocación parece costar más de lo imaginado, porque a 427 años aún seguimos pagando las consecuencias. Hoy, como viene siendo una constante, el aniversario vuelve a encontrar enfrentada a la dirigencia política y gobernante.
La primera discusión de fondo que se repite de manera constante, es si hoy es el aniversario de la Capital o de la Provincia, como una manera de defender la autoría de las celebraciones que se organizan. Más allá de los detalles históricos que se plantean, lo concreto es que es el Día de La Rioja y en todos los rincones de la Provincia se celebra, por algo es feriado provincial. Apropiarse como capitalinos de un hecho fundacional, es como mínimo caer en el egoísmo unitarista que nuestros caudillos siempre fustigaron. Pero esto no parece interesar a nadie y las diferencias políticas priman por encima de los derechos de la sociedad, que observa siempre azorada el divisionismo y los gastos duplicados que significan.
La disputa principal es la organización de los actos y la participación en ellos. Hay que remontarse a siete años atrás para obtener una foto con ciertos aires de concordia entre un Gobernador y un intendente de la Capital, pero sin olvidar que si miramos un poco más atrás, la tirantez se repitió con Angel Maza y Ricardo Quintela, y también con Agost Carreño. En aquella oportunidad, en 2011 el ex mandatario Beder Herrera y Quintela como jefe comunal, recibieron a la ex presidenta Cristina Kirchner, en un marco de aparente tranquilidad porque al poco tiempo las relaciones se rompieron producto de las diferencias políticas, sobre todo, en lo que respecta a la minería.
Fue justamente este conflicto el que obligó al año siguiente a tomar una decisión histórica, que fue suspender los festejos por temor a los desmanes, en pleno apogeo de la lucha antiminera que lo tenía a Beder Herrera por un lado y Quintela-Bordagaray- Martínez por otro. Desde entonces, todos los años la historia se repitió, incluso el primer año del actual intendente capitalino, que venía de ganar de la mano de Beder y Sergio Casas, pero que marcó distancias inmediatas aprovechando la presencia de Rogelio Frigerio para hacer los primeros guiños al macrismo durante su discurso.
Este año no será la excepción y quizá se profundicen las diferencias de acciones, porque hasta habrá dos actos y desfiles paralelos hoy, como una supuesta defensa de la autonomía municipal. Sucede que antes, la grieta se evidenciaba con las ausencias de la Provincia en la tradicional Noche de Gala y la devolución de gentilezas del municipio en el acto central del día 20. Pero esta vez, Paredes Urquiza piensa tirar la casa por la ventana, envalentonado por la inauguración de la emblemática obra del acceso a la ciudad por la avenida 1° de Marzo. Es destacable la puesta en valor de toda esa zona este de la ciudad, que además promete conectar con un corredor hacia el norte.
El jefe comunal espera la visita de autoridades nacionales que serían de tercera línea, porque el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, denegó la posibilidad de estar para evitar así un tironeo entre Municipio y Provincia. La grilla de asistentes se completa con el referente local de la otra rama de Cambiemos alineada con Marcos Peña, el radical Julio Martínez. También se invitó a algunos intendentes, como el caso del famatinense Alberto Godoy y a la espera de alguna cara nueva que cruce el charco del PJ. Acá también quedará marcada la grieta entre los jefes comunales que podrían acompañar a uno u otro acto. Para los que no pierden la memoria, todo lo que sucede es un “déjà vu” constante, incluso con personajes y roles que se repiten.
Por el lado del Gobierno provincial, Casas no se quedó atrás y ayer en paralelo al despliegue municipal, inauguró una treintena de viviendas, que para los tiempos que corren es de suma importancia porque la construcción sufre un parate alarmante desde hace tiempo. Para graficar esto, vale recordar que en el Presupuesto nacional se contempló la edificación de 200 viviendas durante este año, cuando en otras épocas se hablaba de 2 mil a 3 mil unidades habitacionales. Ni hablar si se aplica el anunciado recorte a la obra pública, para lograr una equiparación del déficit fiscal previsto para este año.
El acto central de la Provincia en el Parque de la Ciudad tendrá hoy al gabinete en pleno, diputados e intendentes del justicialismo, que tratarán de decir presente para diferenciarse de lo que sucederá simultáneamente en la remozada avenida 1° de Marzo e Independencia. Da para pensar, si todo esto sucede en un año donde no hay compromisos electorales, cómo será el año próximo cuando para esta misma época estarán los procesos comiciales al orden del día. ¿Serán los mismos personajes que protagonizarán los diversos actos o habrá uniones y desuniones en el camino? En La Rioja todo es posible, y así lo demuestran los hechos históricos y también los más recientes.
¿LA TURBULENCIA PASÓ?
El Gobierno nacional, con Mauricio Macri a la cabeza, celebró a mediados de semana la superación de la crisis económica del país, considerando que lo peor ya pasó. Sin embargo, el viernes la incertidumbre volvió a reinar para abrir la expectativa de lo que será la vida de los mercados a partir de mañana, pues el “bendito dólar” volvió a escalar por encima de los 25 pesos, límite que había intentado fijar el Banco Central al poner 5 mil millones de dólares a la venta el denominado “Día L”, cuando se vencía una gran cantidad de Lebacs.
Entonces, la pregunta es si la apreciación del Presidente fue una expresión de deseo o una certeza. A juzgar por las últimas previsiones, la palabra de Macri y de su equipo no tiene la misma fuerza de antaño. Sucede que las metas y promesas lejos están de cumplirse, por eso muchos comienzan a decir “el que se quema con leche…”.
Los economistas ya no saben qué decir, porque los pronósticos son cada vez más difíciles de acertar y aquellos que negaban una escalada cambiaria hoy la deben reconocer. Lo grave para la gente común, aquella que no va a comprar dólares porque no tiene capacidad de ahorro, es que la suba de la moneda estadounidense repercute indefectiblemente en los precios. Y esto es lo que el Gobierno parece no entender a propósito, porque mientras se juegan las cartas macroeconómicas, por debajo hay gente que la está pasando muy mal, con sueldos que no alcanzan, tarifas de servicios extremas y una canasta básica cada vez más inalcanzable.
Un informe difundido en La Rioja detalló que para no caer en la pobreza, una familia necesita casi 16 mil pesos de ingresos, algo muy difícil de conseguir en la Provincia. El impacto de la crisis no puede ser minimizada como intentó hacerlo Macri en su última rueda de prensa, ni jugar con expectativas de una salida exitosa inmediata porque seguramente no llegará.
Lo realizado días atrás para acudir al Fondo Monetario Internacional, fue mucho más que un manotazo de ahogado y todos sabemos las consecuencias. Quien diga que el FMI no es el mismo de antes y que ahora será benévolo, está mintiendo, porque nadie presta dinero si no se reasegura su devolución. El organismo internacional nunca se caracterizó por su caridad, ni por cerca.
¿Alguien duda por dónde pasará el ajuste que anunció el Presidente para cumplir con las exigencias del Fondo? La respuesta no merece muchas explicaciones, porque todos sabemos que pegará donde más duele y en los que menos tienen. El rico o de buen pasar, no deberá relegar bienestar ni tendrá que juntar monedas para pagar la luz.
Lo que se viene ahora es repartir las culpas y sociabilizar la malaria. Por ello comienzan a convocar a los gobernadores, porque cuando vienen las malas hay que compartirlas, pero las buenas son sólo propiedad de quien gobierna. A mediados de la semana que pasó y en medio de la “turbulencia”, el tucumano Juan Manzur reunió a varios mandatarios del peronismo que coincidieron en un enviar un mensaje a la Nación: Acompañarán la gobernabilidad, pero no cogobernarán.
Uno de los que más firme se expresó fue Sergio Casas, al asegurar que no permitirá que el ajuste pase por los empleados públicos, previendo que esa será una de las exigencias de Mauricio para achicar el famoso déficit fiscal. En esa sintonía se encolumnó la mayoría de los gobernadores, que avizoran distintas medidas de ajuste para cumplir con las exigencias del Fondo. Pararse en la vereda del frente no significa falta de colaboración para paliar la crisis, sino evitar que el recorte pase por los sectores vulnerables que ya padecen las consecuencias porque la pobreza no disminuyó como se pretendía, sino que creció a la par de la inseguridad y los flagelos como la droga.
Alguna vez en la historia, la superación de las cíclicas crisis económicas debería pasar por los grandes grupos económicos y quienes se enriquecieron con sus inversiones en estos últimos tiempos. Caso contrario, el fantasma del 2001-2002 será muy difícil de espantar.