Semana de oracion por la unidad de los Cristianos
23/05/18
Autor: CO.PRO.DEI
Con la celebración de Pentecostés se inicia la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos y concluye con la festividad de la Santísima Trinidad el 27 de Mayo.
Esta iniciativa espiritual, involucra a las comunidades cristianas, desde hace más de 100 años. Es un tiempo dedicado a la oración por la Unidad de todos los bautizados según la voluntad de Cristo, “Que todos sean uno” (Juan 17,21).
Cada año, un grupo ecuménico de distintas regiones del mundo, bajo la guía del Consejo Ecuménico de las iglesias y el Consejo Pontificio para la Unidad de los cristianos sugiere el lema de la Semana de Oración y preparar lo referente a ella.
Este año el lema es: “Fue tu diestra quien lo hizo, Señor, resplandeciente de poder_” (Ex. 15,6) y proviene de las iglesias y comunidades eclesiales del Caribe.
Debemos orar por la unidad de los cristianos siempre. Construir la unidad es dejar de lado las cuestiones que nos dividen, fortaleciendo así los lazos comunes. El señor desea, que su pueblo camine y ve en él la iglesia del futuro, de los siglos futuros. Con paciencia y perseverancia, hacia la realización de la Unidad plena.
La unidad es un don divino y una vocación. San Pablo, dirigiéndose a los cristianos de corintios dice: ¿Acaso Cristo esta dividido? (1 de Corintios 1,13). Ciertamente Cristo, no ha sido dividido, pero debemos reconocer sinceramente y con dolor, que nuestra comunidades continúan viviendo divisiones que son “de escandalo” al decir del Papa Francisco.
El nombre de Cristo, debe crear comunión, unidad no división, porque el ha venido para hacer esa comunión, esa unidad entre nosotros, no para dividirnos. Entonces, debemos analizar, pensar en todas las cosas que nos unen, tantas y tan valiosas!!
A pensar del sufrimiento de las divisiones, que lamentablemente todavía permanecen, acogemos las palabras de Pablo, como una invitación a alegrarnos sinceramente de las gracias concedidas por Dios, a otros cristianos.
El Santo Padre, reflexionó: “necesitamos mucha oración, mucha humildad y continua conversión”.
Sigamos adelante por este camino, orando por la Unidad de los cristianos, para que este escándalo termine y no esté más entre nosotros.
El Santo Padre Francisco, quiere que nos encontremos, que busquemos y entendamos cuáles son las diferencias, pero sobre todo, que comprendamos que unidos y en diálogo va a ser más fácil entendernos y entender lo que Dios quiere para nosotros.
De allí el empeño ecuménico, que responde a la oración del Señor Jesús que pide: “Que todos sean uno, para que el mundo crea” (Juan 17,21).
La credibilidad del anuncio cristianos, sería mucho mayor, si los cristianos superan las divisiones. Recordemos siempre que somos peregrinos y peregrinamos juntos. Para eso, hay que confiar el corazón al compañero de camino, sin desconfianza y mirar ante todo, lo que buscamos, la paz, en el rostro del único Dios.
Jesús nos dijo: Felices los que trabajan por la paz (Mt. 5.9)
El ecumenismo es un aporte a la Unidad de la familia humana.
Dada la gravedad del anti-testimonio de la división entre cristianos, la búsqueda de camino de unidad, se vuelve urgente.
La inmensa multitud que no ha acogido el anuncio de Jesucristo, no puede dejarnos indiferentes.
Por lo tanto, el empeño, por una unidad que facilite la acogida de Jesucristo, deja de ser mera diplomacia o cumplimiento forzado, para convertirse en un camino ineludible de la evangelización.
Los signos de división entre cristianos en países que ya están destrozados por la violencia, agregan más motivos de conflicto, por parte de quienes deberíamos ser un atractivo “fermento” de paz.
Son tantas y tan valiosas las cosas que nos unen! Y si realmente creemos en la libre y generosa acción del Espíritu, cuantas cosas podemos aprender unos de otros.
No se trata de recibir información, sobre los demás, para conocerlo mejor, sino de recoger, lo que el Espíritu ha sembrado en ellos, como un don también para nosotros.
Hermanos, nos preguntemos: Podemos llamarnos cristianos si estamos divididos y no cumplimos con el deseo y ruego de Jesucristo, al padre. “Que todos sean uno”?
Llegamos a la conclusión, que estaremos juntos y unidos.
Si rezamos juntos
Si caminamos juntos,
Si obramos juntos…siempre!!!
Los cristianos, gracias al bautismo, compartimos el ministerio de Dios, pero nuestras divisiones obstaculizan nuestro testimonio u nuestra misión en un mundo que necesita de la salvación de Dios.