El adiós a fray Pugliese
16/06/18
A la edad de 101 años falleció en esta Capital el sacerdote Nicolás Pugliese. Su muerte se produjo en la mañana de ayer en un sanatorio céntrico donde se encontraba internado. A los pocos minutos, el obispo Colombo daba a conocer la noticia. Los restos del fray son velados en la iglesia de San Francisco, donde hoy a las 10:30 se celebrará la misa de despedida y a las 11:30, los restos serán trasladados hacia el cementerio El Salvador.
El sacerdote franciscano con más de un siglo de vida falleció ayer, alrededor de las 9, en el sanatorio Mercado Luna de esta Capital, donde días atrás había sido internado por una complicación pulmonar. A pesar de la atención brindada, no pudo superar el crítico cuadro clínico, por lo que ayer alrededor de las 9, dejó de existir.
Los restos del sacerdote son velados en la capilla ardiente que se levantó en la iglesia de San Francisco donde permanecerán hasta hoy, cuando a las 10:30 se oficie la Santa Misa de despedida y para rogar por su eterno descanso que será presidida por el obispo Marcelo Colombo y el provincial, fray Enid Gutiérrez y luego a las 11:30 sus restos mortales serán trasladados hacia el cementerio “El Salvador”.
La comunicación oficial sobre el deceso del padre Pugliese se dio a conocer a los pocos minutos cuando el obispo diocesano Marcelo Daniel Colombo, al dirigirse a la comunidad diocesana expresaba que “en horas de la mañana ha fallecido fray Nicolás Pugliese OFM. Partió al encuentro del Padre dejándonos un testimonio lleno de luz y entusiasmo por la vida, por la fe, por su Rioja amada”.
“Hace algunos años -apuntó el obispo- celebrábamos junto a él sus primeros cien años y lo veíamos agradecido con Dios y con la vida por todo lo que había recibido del Señor y de su Iglesia. Su simpatía hecha sonrisa, su locuaz alegría, su testimonio sacerdotal profundo y fiel, nos quedan en el corazón como una caricia de Dios”.
“Nos unimos -siguió diciendo- a la comunidad franciscana en esta partida que nos conmueve e indica el camino del cielo, para llamarnos a un mayor compromiso con nuestra fe, nuestras tradiciones religiosas y riojanas y de solidaridad con los hermanos más pobres”.
“Dios bendiga el eterno descanso del padre Pugliese, como le decíamos con cariño, que le tenga en cuenta sus esfuerzos y entrega como franciscano y sacerdote”, concluyó el pastor.
Para las exequias estarán presentes numerosos sacerdotes franciscanos de distintos conventos argentinos en particular del provincial, fray Enid Gutiérrez.
Pasado el mediodía de ayer fue levantada la Capilla Ardiente en la iglesia de San Francisco, ubicada en la esquina de las calles Bazán y Bustos y 25 de Mayo, donde comenzó el velatorio de los restos del padre Pugliese.
A partir de ese momento comenzaron a ingresar gran cantidad de feligreses de la parroquia para dar el último adiós al franciscano. También fue notable la presencia de sacerdotes de otras diócesis, integrantes de la Banda Infantil y representantes de las escuelas católicas, como así también de sacerdotes diocesanos que estimaban mucho al centenario sacerdote.
A las 20, se ofició la primera misa de cuerpo presente a la que asistieron numerosos sacerdotes y fieles. Por indicación del párroco de la iglesia de San Francisco, fray Jorge Lezcano, se decidió suspender todas las actividades, como la catequesis, reuniones, celebraciones y otras, en las capillas bajo su dependencia.
LA CENTENARIA VIDA
Fray Nicolás Pugliese era el sacerdote más longevo de la diócesis y muy querido por la comunidad franciscana, donde se destacó como responsable del Museo Inca Huasi, y desarrolló una gran labor científica y docente.
Pugliese había nacido en Chamical el 1 de enero de 1917, hijo de un hogar cristiano donde nacieron 13 hermanos, 7 varones y 6 mujeres. Con sólo 9 años, ingresó en el postulando de la Orden Franciscana de los Frailes Menores. A la edad de 12 años, dejó su familia para proseguir sus estudios en la ciudad de Buenos Aires. Aquí en esta ciudad había concurrió a las escuelas “Loreto V. de Arguello” de La Quebrada y a la San Francisco de Asís. En el año 1929 ingresa al Seminario Menor de Primario de Paso del Rey, provincia de Buenos Aires.
En el año 1932 ingresó al seminario de Córdoba y en 1935 inició el noviciado en Catamarca, siendo su maestro el padre Antonio de Jesús Lobos. El padre Pugliese luego pasó al Convento de Córdoba para iniciar sus estudios de filosofía. Al inaugurarse el Convento de San Antonio de Padua en Buenos Aires estudió durante cuatro años teología.
ORDENACIÓN SACERDOTAL
El 20 de diciembre de 1942 fue ordenado sacerdote y el 6 de enero de 1943 ofició la primera misa en La Rioja con la asistencia de sus padres, hermanos, familiares y de su pueblo natal. Luego se desempeñó en Buenos Aires, Catamarca y Tucumán como maestro de aspirantes franciscanos y posteriormente como secretario de la Provincia Franciscana.
Una vez que se instaló en la ciudad Capital, dirigió la escuela San Francisco de Asís y su Banda de Música durante 30 años. Desde hace décadas estuvo a cargo del Museo Inca Huasi, donde brindó asesoramiento científico y cultural sobre la historia riojana y espiritualidad.
En sus últimos años el padre Pugliese debido a su precario estado de salud, dejó prácticamente de celebrar misa, no obstante concurría en forma diaria a participar de la misma. Fue un hombre con una memoria prodigiosa, lo que le permitía recordar antecedentes y referencias históricas que ponía al alcance de quienes tuvieron la posibilidad de dialogar con el fray.
Durante su vida recibió numerosas distinciones como la otorgada en el año 2017 por la Cámara de Diputados de la Provincia, que lo distinguió en coincidencia con los 75 años de labor sacerdotal con el título de “Ciudadano Destacado”.
UNICO RIOJANO FRANCISCANO
Quienes lo conocieron y compartieron su vida sacerdotal, lo calificaron como un “sacerdote inteligente, sabio, humilde, alegre, que vivió la regla y la vida de los hermanos menores, que no es otra cosa que vivir el evangelio de Jesús”.
Consagrado sacerdote fue el único riojano franciscano en el mundo que le permitió desempeñar numerosos cargos con total responsabilidad. Además de ser secretario de la Provincia Franciscana, en 1954 fue nombrado Vicario de la parroquia y director del Museo Inca Huasi, cargo que ocupó desde el fallecimiento de su fundador, el padre fray Bernardino Gómez.
“Su maravillosa vida -se lo recuerda- fue trabajar en forma silenciosa un apostolado real y fructífero. Una consagración total a Dios y su obra y su incondicional amor a la Iglesia”.