En penumbras
16/07/18
Fue construido para facilitar la circulación de vehículos y a la vez brindar seguridad para los automovilistas. Se lo promocionó como de interés turístico, pero también es cierto que dista mucho de ser atractivo al tenor del olvido en que está sumido.
El túnel fue construido durante la gestión del entonces presidente de la Nación, Carlos Saúl Menem, entre la serranías del Velasco, para permitir la circulación de vehículos por la Ruta Nacional 75, entre la ciudad Capital y la localidad veraniega de Sanagasta.
La monumental obra tiene una extensión de 730 metros, 8,40 metros de ancho y una altura que llega casi a los 7 metros. En su momento se lo dotó de un sistema de iluminación de última generación.
Ahora bien, quien en estos momentos circula por la Ruta 75 y se dispone a trasponer el túnel, se encontrará con un largo socavón, con el perdón de la expresión, que sólo recibe la luz natural, por cuanto el sistema de iluminación está sin funcionar.
En los más de 700 metros de extensión se pudo observar que los cientos de lámparas que tiene adosado en la parte superior, apenas sí funcionan unas sesenta, motivo por el cual la oscuridad es la fiel compañera de quienes transitan por el túnel.
Hay que tener en cuenta en todo momento que un túnel es un recinto cerrado, por lo que cualquier problema dentro de él puede provocar un mal aún mayor en caso de precisar una evacuación.
El Independiente hizo algunas averiguaciones sobre quién o quiénes son los responsables del mantenimiento del túnel La Rioja-Sanagasta. Desde la Municipalidad de Sanagasta se aseguró que “en principio corresponde a la Capital, teniendo en cuenta que en su momento el ex intendente, Luis María Agost Carreño, firmó un convenio por el cual asumía el compromiso del mantenimiento”.
Pasaron las gestiones de los ex intendentes Agost Carreño y Ricardo Quintela, y prácticamente todo siguió igual. Por los datos recogidos en apariencia, el Municipio de Sanagasta colaboró para solucionar el problema de la iluminación. Según se comentó “hace unos tres años se hizo el cambio de lámparas y el arreglo de muchos de los artefactos”.
Uno de los automovilistas que acertó pasar por el túnel comentó que “me parece que al ser una ruta nacional, el mantenimiento debería estar en manos de Vialidad nacional, no puede ser que la obra esté en manos de algún municipio”.
Hay que tener en cuenta que la Ruta 75, en el tramo La Rioja-Sanagasta, es quizás la más transitada de la Provincia. Según informe policial en la jornada del sábado pasado, se registraron “1.625 automóviles y 275 motocicletas”, lo que significó un movimiento de alrededor de 5.000 personas.
Las paredes del túnel están prácticamente en la oscuridad debido a la escasa iluminación, motivo por el cual algunos ciclistas no dudaron en señalarlo como uno de los puntos más peligrosos de la red camina: 730 metros de oscuridad a merced de la suerte y de automovilistas distraídos. A ello, también se suman los problemas de encaje del guardaganados que está en una de las salidas que al paso de los automóviles se percibe un gran ruido.
Mientras el túnel está en medio de las penumbras del olvido, se trabaja a ritmo sostenido en el proyecto de la nueva traza del camino que unirá entre Las Padercitas y el dique Los Sauces, una obra de ingeniería vial que posibilitará el desarrollo e integración económica y turística de los departamentos Capital y Sanagasta.
¿Y una ciclovía?
Otro detalle a tener muy en cuenta en materia del tránsito por el túnel, es la cantidad de ciclistas que circulan por el mismo, lo que conlleva un serio riesgo para la integridad física de los mismos.
Un vecino de Sanagasta a modo de sugerencia manifestó que “sería muy importante que las autoridades competentes, en este caso Vialidad, construyan una ciclovía desde el mismo túnel hasta Sanagasta y así se le brindará mayor seguridad a los ciclistas”.
Trascendió que habría un proyecto del municipio sanagasteño para cristalizar esa obra, pero la falta de recursos impide por ahora concretarla.