Mas acceso de drogas para la hepatitis C
24/07/18
Hasta el año pasado los tratamientos que revolucionaron la cura de la hepatitis se indicaban sólo en casos donde el hígado estaba más comprometido (cirrosis o estadio precirrótico). Hoy, tanto las nuevas Guías de Tratamiento de la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado como las autoridades sanitarias, recomiendan tratar a todos los pacientes.
Continúa siendo una gran preocupación la elevada tasa de subdiagnóstico de esta enfermedad, puesto que de cada 10 personas con hepatitis C al menos seis desconocen su condición. Por eso, los expertos insisten con la recomendación de realizarse el test al menos una vez en la vida, sobre todo los mayores de 35 años.
La hepatitis C es un caso paradigmático en la medicina, porque es una enfermedad grave y muy frecuente, pero para cual se encontró la cura. Hoy, las drogas que están disponibles en Argentina curan a más del 95 de los pacientes. En el marco del Día Mundial de Lucha contra las Hepatitis Virales, que se conmemora este sábado 28 de julio, la AAEEH remarcó que ahora tanto las nuevas Guías de Diagnóstico y Tratamiento de las Hepatitis Virales, como el Programa Nacional de Hepatitis Virales del Ministerio de Salud de la Nación recomiendan tratar a todos los pacientes, independiente del grado de fibrosis hepática que presenten.
DROGAS NUEVAS
“Hasta el año pasado, la recomendación era priorizar a aquellos pacientes que presentaban mayor daño en el hígado y postergar la cura en quienes todavía la enfermedad no había avanzado. Era una decisión lógica, que replicaba la tomada por países de referencia, pero que claramente presentaba una contradicción intrínseca. Estábamos dejando que la enfermedad avanzara en los pacientes más sanos, justo en aquellos adonde podíamos prevenir que hubiera daño. Afortunadamente, eso cambió y ahora ya estamos en condiciones de tratar a todos”, explicó Beatriz Ameigeiras, médica hepatóloga y presidenta de la AAEEH.
Según los especialistas, las drogas nuevas curan a más del 95 por ciento de los pacientes en 2, 3 ó 6 meses, a través de la administración de comprimidos de toma oral y prácticamente sin efectos adversos. Antes se trataba con esquemas de interferón, que sólo lograban curar a alrededor de 5 de cada 10 pacientes y con niveles de toxicidad que en ocasiones hacían interrumpir el tratamiento.
400 MIL PERSONAS CON EL VIRUS
Tal como se difundió a finales de 2017, en septiembre de ese año el Laboratorio Nacional de Referencia para Hepatitis Virales del Instituto “Dr. Carlos Malbrán” implementó, en conjunto con la AAEEH, una campaña de detección y concientización de la hepatitis C sin precedentes a nivel nacional: participaron 44 hospitales de todas las provincias del país y se llevaron adelante más de 11 mil testeos.
Tras un análisis preliminar de prácticamente el total de los resultados, se encontraron 79 personas infectadas, lo que representa el 0,72 por ciento de quienes se hicieron el test, una cifra cercana, de algún modo, a las estadísticas del país, que hablan del 1 por ciento de la población, lo que representaría un total de alrededor de 400 mil personas viviendo con hepatitis C.
META PARA EL 2030
La Organización Mundial de la Salud planteó, como objetivo universal la erradicación del virus de la hepatitis C para el año 2030. Para alcanzar esa meta, Argentina está trabajando activamente. Por este motivo, agregó Fernando Cairo, médico hepatólogo y vicepresidente de la AAEEH, “surge otro desafío: estimular desde la asociación todas las medidas educativas que permitan aumentar la tasa de diagnóstico de hepatitis C en la población general”.
“Muchos pacientes infectados por el virus de la hepatitis C ya han tenido acceso al tratamiento y la mayoría tuvo la respuesta esperada, pero sabemos que todavía hay muchas personas que tienen la enfermedad y no se tratan, o peor aún, que tienen la enfermedad y lo desconocen. Sabemos que hay miles de personas con hepatitis C, entonces tenemos que salir a buscarlos, encontrarlos y curarlos”, agregó Cairo.
El virus va dañando lentamente al hígado y, sin dar síntomas, puede desencadenar en el tiempo cirrosis, cáncer de hígado y hasta requerir un trasplante. “Tenemos herramientas para prevenir esas complicaciones eliminando el virus del organismo, por lo que nadie debería dejar que el tiempo pase sin curarse”.
MUCHO DESCONOCIMIENTO
Una encuesta a 1000 argentinos realizada por la consultora Voices para la AAEEH, en 2017 reveló que El 61 por ciento reconoce que la hepatitis C es un problema en nuestro país, pero 8 de cada 10 saben poco o nada sobre la enfermedad y 7 de cada 10 no se consideran en riesgo de haber contraído el virus.
Los especialistas resaltaron que en realidad todas las personas pueden haber estado expuestos a la hepatitis C, fundamentalmente cuando no se tomaban todas las medidas de prevención adecuadas. Las vías de contagio son a través de sangre infectada, fundamentalmente por: transfusiones de sangre y hemoderivados antes de 1992, uso de instrumental médico y odontológico mal esterilizado; compartir cepillo de dientes, afeitadoras, jeringas u otros elementos cortantes, realización de tatuajes y piercings sin los cuidados necesarios, relaciones sexuales sin protección y de madre a hijo durante el embarazo.
ATENCIÓN A LAS HEPATITIS A Y B
Aunque muchas veces se pone el acento en la concientización sobre el virus C, porque es prevalente y hoy se puede curar, desde la AAEEH están trabajando intensamente para que los sociedad no nos se relaje con respecto a la prevención de otros dos tipos de hepatitis como son las hepatitis A y B.
El virus de la hepatitis ‘A’ se previene con una vacuna para niños que integra el calendario nacional de inmunizaciones. Aquellos adultos que no hayan sido vacunados deben realizarse un test para comprobarlo y recibir luego la vacuna. Además, el lavado adecuado de manos previene el contagio.
El virus de la hepatitis ‘B’, por su parte, se contagia como el VIH y como sociedad corremos el riesgo de haberle perdido el respeto a estas enfermedades por considerar que ahora existen medicamentos que las controlan, pero sigue siendo muy importante evitar el contacto con sangre potencialmente contaminada y tomar medidas de profilaxis al mantener relaciones sexuales.
“El Estado debe insistir en las campañas de concientización para estos temas tan sensibles, porque como comunidad tenemos que seguir atentos y ser cada vez más responsables para que estos virus circulen y se contagien lo menos posible”, concluyó Ameigeiras.