Las emprendedoras que fomentaron que aprender inglés sea una aventura
13/11/18
Hace 20 años dos docentes que llegaron a La Rioja desde distintas provincias decidieron emprender juntas un sueño: el de conformar un instituto de excelencia en el dictado de cursos de inglés para distintos grupos y modalidades, una herramienta global fundamental en los tiempos actuales. Así surgió en La Rioja el British School of English.
Si las palabras que constituyen una historia trazan al mismo tiempo un mapa, el que se relaciona con Laura del Río y Florencia Bitetti une puntos distantes y paisajes dispares. Ambas comparten una pasión: la de ser emprendedoras. Y una mirada fascinada sobre ciudades al otro lado del océano: la del Puente de las Dos Torres, Londres; la de las populosas calles de piedra, Dublín.
Se conocieron en La Rioja como parte de un proyecto en el que la primera actuaba como directiva y al que la otra se incorporó como docente. Provienen, una de Buenos Aires y la otra de Rosario (Santa Fe) y como muchos argentinos encontraron en la provincia un lugar donde les fue posible crecer y generar una empresa con un largo camino recorrido pero que sienten, entusiasmadas, todavía no alcanza su techo.
Desde la amistad y la sintonía compartida, Laura y Florencia se hicieron socias. Con amplios antecedentes en la enseñanza de inglés, un día decidieron que había llegado el momento de ponerse al frente y llevar adelante su proyecto propio, del modo aquel en que podían entreverlo cuando se atrevían a soñar juntas. Así, sobre la base de otro instituto, en 1998 echaron a andar el British School of English, una nueva oferta educativa.
“En La Rioja había por entonces otras alternativas, pero notábamos que había necesidad de modernizarlas, de actualizar y ampliar modalidades, y, sobre todo, de desarrollar el profesionalismo”, contó Florencia en diálogo con EL INDEPENDIENTE . Con el tiempo, además de unas instalaciones y una serie de cursos y acreditaciones que respondían a esos objetivos, empezaron a concretar alianzas para llevar adelante programas internacionales. También constituyeron emprendimientos alternativos para enriquecer y perfeccionar la experiencia de estudio, como Beyond London, una agencia que ya lleva realizados tres viajes a Londres para recorrer su cultura aprendiendo inglés durante dos semanas.
“El año que viene vamos a incorporar Dublín (capital de Irlanda) y extender la estadía a un mes para profundizar aún más el que los alumnos comprueben cómo es desenvolverse en ese ámbito”, anticipó Laura. Para ambas la solidez del proceso de aprendizaje no depende de métodos rígidos ni de lugares de carácter adusto. Por el contrario, optaron por diferenciarse a partir de hacer divertida y placentera, dinámica y colorida la incorporación de otro idioma. Resaltan ese espíritu de aventura que distingue a las exploraciones que llevan adquirir la suficiente soltura cuando el conocimiento se integra.
En renovación constante
Transitar 20 años no es fácil, implica un permanente desafío. El plantel de colaboradores, profesores y administrativos del instituto fue creciendo hasta formar lo que ellas prefieren definir como “un lindo grupo”. Florencia expresó el agradecimiento a todos los que las acompañan y acompañaron, como así también a los alumnos y los padres que confiaron. Laura, por su parte, reconoce especialmente a su socia y amiga por la posibilidad de mantener un vínculo que persistió y se fortaleció no sólo a partir de los logros, sino también frente a las dificultades.
“Nos dan mucha satisfacción los resultados que obtienen nuestros alumnos en los exámenes internacionales de la Universidad de Cambridge”, dijo con orgullo Laura, “también el haber sido de los primeros institutos que ofrecieron comodidades como aulas climatizadas y en adoptar el uso de computadoras y celulares” en el proceso de aprendizaje, un recurso fundamental para abordar las tecnologías de la información y la comunicación. En todo ello, las directivas no dejan de señalar como atributo ineludible el “crecer en valores”.
En la actualidad, el British School of English contiene a 200 alumnos que asisten a distintos cursos para niños desde los cinco años, adolescentes y adultos. También propone capacitaciones empresariales que se desarrollan dentro de la misma firma que las contrata. Y de a poco, el emprendimiento trascendió en una comunidad educativa que se nutre de su propia trayectoria y de la recomendación boca a boca. La institución cuenta con varias generaciones: “padres que terminaron un curso y después llevaron a sus hijos, hijos que ahora nos visitan con los nietos de aquellos padres”, precisaron.
“Queremos agradecer a La Rioja la oportunidad de crecer como lo hicimos, los riojanos son muy leales, de apegarse cuando reconocen la calidad de lo que se les ofrece, no sé si en una ciudad más grande tendríamos esa magnitud, en cambio, aquí nuestro impacto es más notable”, indicó Florencia. En tanto, Laura manifestó que desde que comenzó a formarse como docente soñó con su propio instituto, que así lo viene viviendo, y que pretende seguir soñando.
“El aprendizaje de otro idioma en el mundo de hoy es una herramienta fundamental. Mucho más el inglés, que tiene un alcance global. Yo les digo a mis alumnos, que cuando mañana salgan en búsqueda de mayor formación o a postularse como profesionales, o en distintos puestos de trabajo, no les van a preguntar si terminaron el secundario, cosa que se supone, van a hacer hincapié en si manejan otros idiomas, y cuántos”, concluyó Laura. En un mundo cada vez más interdependiente, con fronteras cada vez más difusas, y mujeres cada vez más fuertes, el mapa de dos emprendedoras une sus puntos: desde el presente se enciende y se extiende aquí y allá: La Rioja, Rosario, Buenos Aires, Dublín, Londres. Y hacia tras, 20 años. Pero también hacia adelante.