El plan E
15/12/18
El cierre del año no será para nada tranquilo, si de política se trata, porque la decisión de impulsar la figura de Sergio Casas como el mejor referente para continuar en el ejercicio del poder, tiene su correlato con la ejecución del denominado Plan Enmienda constitucional. El proceso podría derivar en la autorización necesaria para reelegirse y dejar así en off side las críticas opositoras, que aluden a una posible violación de la Carta Magna a través de una interpretación judicial.
El epicentro de la nueva estrategia del oficialismo será la Cámara de Diputados, donde ya se libró la primera batalla el jueves pasado, sin los resultados esperados y que derivará en la necesidad de convocar a una sesión extraordinaria para esta semana, con el fin de modificar el artículo 120 de la Constitución Provincial, que limita la reelección del Gobernador.
Para entender este proceso hay que remontarse a dos cuestiones centrales: La primera vinculada a la jurídica y la segunda es netamente política. En términos judiciales, el “ultracasismo” está convencido que el texto del artículo 120 habilita a Sergio Casas por un nuevo período, por entender que sólo tiene un mandato como gobernador, ya que anteriormente fue vice de Beder Herrera. Además, tampoco se dio la condición de reciprocidad de la que habla la letra constitucional. Sin embargo, esta interpretación tiene sus riesgos, porque dependerá del criterio que aplique cada juez que la revise.
La instancia judicial recién podría abrirse una vez que Casas oficialice su candidatura, en el marco de un proceso electoral en marcha con fecha de comicio concreto. Esos 50 días previos que fija la ley, serían de plena discusión en estrados judiciales provinciales primero y nacionales después, que seguramente serán planteados por la oposición encarnada por Julio Martínez, Alberto Paredes Urquiza e incluso Beder.
En principio, el órgano judicial local no tendría impedimentos, pero una inminente apelación a la Corte Suprema, dejaría el capítulo abierto y pasaría a depender no sólo de la mirada de sus miembros, sino también de los intereses políticos y su relación con el Ejecutivo nacional. Si bien hoy el máximo tribunal aparece dividido, nada asegura que el visto bueno llegue en tiempo y en forma. Los fallos previos como el de Santa Cruz, donde la corte rechazó inmiscuirse en cuestiones provinciales como la ley de Lemas, o los que están pendientes como el planteo del gobernador de Río Negro, podrían ser un aliciente para Casas, pero no determinantes.
Si a esto se suma que el principal eje de campaña de la oposición será que Casas no cuenta con la venia constitucional y que su intención sería violentarla, la decisión de avanzar con el “Plan E” fue el paso dado esta semana por el casismo y dejar así fuera de esquema cualquier cuestionamiento. “Los voceros de la oposición dijeron que si Casas quería ser reelecto, debía modificar la Constitución y es lo que haremos”, comentan al unísono los principales operadores del oficialismo. Se considera que de este modo se acabarán las discusiones y se allanará el camino para el único hombre indiscutible dentro del justicialismo, que es el Gobernador.
El tiempo ratificó lo que se viene diciendo desde hace meses, que Sergio Casas es el mejor candidato que tiene el peronismo y el único que tiene números favorables para ganarle a Julio Martínez, Paredes Urquiza y hasta a su mentor LBH. Por eso se decidió jugar a fondo, ya que ningún otro referente oficialista, sea intendente, diputado o funcionario, se encuentra con chances y guarismos populares favorables para intentar suceder al sauceño.
Sin embargo, el primer intento por instalar el debate en el recinto no resultó como se esperaba. En la última sesión ordinaria de la Cámara, se esperaba la sanción del Presupuesto y la Impositiva 2019 como temas sobresalientes, aunque desde el día previo ya se rumoreaba un posible ingreso sobre tablas del proyecto de enmienda para el artículo 120. Las denominadas “leyes madres” se aprobaron, pero la enmienda nunca llegó a tomar estado parlamentario.
¿Qué pasó en el medio? Mucho, demasiado dirían algunos. Sucedió que las ansias de protagonismo, pensando más bien en buscar posiciones expectantes para los próximos comicios, carcomieron la chance de que la enmienda sea tratada dentro del período ordinario de sesiones. El bloque justicialista tiene el número suficiente para aprobar una enmienda con la mayoría especial de 24 miembros, pero un grupo de 8 a 10 legisladores “se paró de manos” argumentando la falta de consenso y participación en la redacción del artículo a enmendar.
La voz cantante del Gobernador fue la vicepresidenta Primera, Adriana Olima, que junto al presidente del bloque, Hugo Páez, intentaron convencer al resto sobre la necesidad de tratar y aprobar la enmienda. Algo falló o alguien metió la cola, porque en el recuento fueron 22 los diputados que estaban de acuerdo y el resto pedía tiempo, además de contar con injerencias que aseguran no haber tenido en el proceso previo. Teresita Madera y Ricardo Quintela encabezaron la rebelión que derivó en reuniones y cónclaves posteriores, para tratar de reencauzar lo que se considera el único camino hacia el éxito del partido gobernante.
Las aguas quedaron divididas en el bloque oficialista, pues una veintena de diputados, comandada por Olima y Páez, se mantienen unidos y compactos, mientras el resto que en su momento se opuso al proyecto, ahora impulsaría una sesión extraordinaria para el jueves próximo. Seguramente muchas de estas diferencias se tratarán de limar mañana cuando el propio Gobernador reciba a sus diputados en la Residencia Oficial, tal como ya sucedió el viernes pasado con los intendentes justicialistas.
Catorce de los 16 jefes comunales dieron un categórico respaldo a Casas y su necesaria continuidad. Las dos intendentas ausentes lo hicieron con aviso y expresaron su apoyo. Una de las principales voces escuchadas fue la chileciteña, Silvia Gaitán, que dejó atrás muchas versiones y se encolumnó detrás del proceso reeleccionista con una contundencia admirable. Vale decir que esta estructura de jefes comunales es clave para cualquier aspirante a gobernar, pues casi todos están habilitados para buscar un nuevo mandato en cada uno de sus departamentos y la tracción de votos siempre termina inclinando la balanza.
El camino hacia la enmienda quedaría allanado este lunes, pues si Casas logra acuerdo con ambas vertientes del bloque oficialista, serán los mismos diputados quienes convocarán a una extraordinaria donde la discusión sea modificar el artículo 120, para que los 4 años como vicegobernador no sean tomados en cuenta para contabilizar los dos períodos consecutivos que se permite como gobernador.
Si el voto de las dos terceras partes de la Legislatura la aprueba, esa enmienda debe ser ratificada a través de una consulta popular que tendrá lugar en la primera elección general que se realice, según el artículo 177 de la CP. Si nada extraño sucede, una vez promulgada la enmienda, el Gobernador podría llamar a votarla en un plazo de 45 días, por lo que la consulta tendría fecha para febrero del año que viene.
Siempre en base a las especulaciones reinantes, vale decir que la propia Constitución prevé en su artículo 84 que la consulta será revalidada si el rechazo no alcanza el 35 por ciento de los votos del total del electorado provincial. Si ponemos en números concretos, la oposición a esta enmienda debería alcanzar los 100 mil votos, aproximadamente, para que no quede firme. En el oficialismo reina la confianza y estiman que la consulta resultará favorable, lo que dejaría expedita la inscripción como candidato de Sergio Casas en nombre del justicialismo, tal como lo expresó el congreso partidario hace poco tiempo atrás.
Esto resolvería los problemas internos del partido gobernante, que sólo se identifica con Casas, pero de ahí ninguno de los restantes dirigentes concita la mayoría de las voluntades. Caso contrario, el PJ deberá ir a una cruenta interna que dejará muchos heridos en el camino y que seguramente se sumarán al resto de las opciones en danza. Ahora bien, con el sauceño firme como candidato, comenzará la disputa por el segundo lugar de la fórmula, pues quien lo sea tendrá la posibilidad de construir el poder para los próximos 12 años, ya que la futura enmienda terminaría beneficiando también a quien sea vicegobernador en el próximo período.
Aunque muchos digan que para ello falta tiempo, los últimos eventos indican que no será tan así. La idea de adelantar los comicios para gobernador al primer cuatrimestre del 2019 sigue más vigente que nunca y el único que ya comenzó a mover sus fichas con definiciones concretas, es el oficialismo.
En la vereda de enfrente, la oposición no logra ponerse de acuerdo si asistirán juntos o separados para competir en el futuro comicio, ya que Paredes Urquiza sigue haciendo la suya con reuniones zonales por el interior y Julio Martínez hace lo propio con esporádicas recorridas departamentales, sumado a algunas presencias mediáticas. El cuarto en discordia es Beder Herrera, que no cesa con sus encuentros barriales en busca del aval social que muchas veces le fue adverso y que ahora lo sitúa lejos de los puestos de vanguardia en las mediciones que se difunden.
A nadie escapa que el aparato del partido gobernante le otorga ciertas ventajas al oficialismo, que pretende aprovechar la distención de las vacaciones, para poner primera en marzo y rápidamente afrontar el compromiso electoral que dirimirá el ejercicio del poder hasta el 2023. Aunque ahora las circunstancias aparezcan muy complejas e inciertas, todo indica que la carrera electoral está comenzando y no muchos parecen haberse dado cuenta de ello.