Barajar y dar de nuevo
23/03/19
Todo lo dicho y escrito hasta hoy en los medios de comunicación pasa lisa y llanamente al olvido, si de cuestiones electorales se trata. La suspensión de los comicios sin fecha definida y el golpe letal a la enmienda constitucional, generan un cambio rotundo de planes en el espectro político. Otra historia comienza a escribirse en el marco de la disputa por el poder en la provincia de La Rioja.
Si bien era algo que en la última semana comenzó a circular a modo de versión, la suspensión de la elección prevista para el 12 de mayo fue la noticia más impactante y que modificó todos los esquemas, tanto del arco candidateable como de los ciudadanos que este año deben elegir nuevas autoridades gobernantes. El problema principal era del flamante Frente Unidos por La Rioja, que debía presentar a su candidato a gobernador, pero el hombre elegido debía esperar un fallo judicial para saber si estaba autorizado a participar del comicio.
Aunque la suspensión esté altamente justificada por una falla grave en el proceso, no faltó la suspicacia que la decisión de la Corte Suprema de Justicia en contra de la enmienda constitucional, puso el freno a la implícita candidatura de Sergio Casas a la reelección y obligó al oficialismo a buscar una salida rápida ante la ausencia de postulantes.
El primer atisbo de un desenlace adverso para el gobierno y, paralelamente, beneficioso para la oposición encarnada por Cambiemos, fue el pronunciamiento de la Procuración General de la Nación, que pasó de considerar que la Corte no debía inmiscuirse en cuestiones provinciales, a opinar que el proceso de la enmienda constitucional riojana tenía vicios y aconsejaba dejarla sin efecto. En sus considerandos, la Fiscalía apuntó al origen de la ratificación de la enmienda, sin cuestionar la sanción dictada en Diputados ni tampoco su resultado.
A partir de allí, la presunción de un revés del máximo tribunal a las aspiraciones reeleccionistas del oficialismo, creció a niveles de alta preocupación porque el último sendero para que el oficialismo consolide su preeminencia, comenzaba a cerrarse. En la previa mucho se habló del fuerte lobby que se hizo en el Palacio de Tribunales, para “convencer” a los magistrados de fallar en favor de las presentaciones de la Unión Cívica Radical, Convergencia Riojana y Peronistas sin Frontera, este último partido ligado íntimamente al intendente Paredes Urquiza. Tampoco estuvieron exentos los contactos desde el Peronismo Federal, que lo tiene a Sergio Casas entre sus filas, pero a la hora de poner en la balanza, siempre pesa más la postura de quien ejerce el poder, es decir Cambiemos.
Así las cosas, el día fijado por la Corte llegó y antes del mediodía del viernes se filtró el fallo en los medios nacionales, desatando una catarata de especulaciones, porque cambiaban las reglas de juego no sólo para el caso de La Rioja, sino también para el rionegrino Alberto Weretilneck, que buscaba el resquicio para ser reelecto. Fue una decisión unánime de los cinco miembros, echar por tierra la enmienda del artículo 120 de la CP, que le daba una oportunidad para Sergio Casas al considerar que el actual era su primer mandato como gobernador.
El extenso fallo hizo alusión sobre todo a un punto del proceso realizado para ratificar la enmienda sancionada en Diputados el año pasado, que es haber llamado a elección el 27 de enero, sin considerarla “general”, tal como estipula el articulado constitucional. La cuestión dialéctica fue el argumento utilizado por los jueces para entender que “general” se refiere a una instancia de cargos electivos y no de manera específica como la realizada. Para muchos de los entendidos en la materia, esta postura adoptada por la Corte deja mucho que desear y sienta graves precedentes en torno al respeto por las autonomías provinciales.
Al mismo tiempo, entienden que el tribunal no consideró ninguno de los argumentos presentados por la provincia y que terminó siendo un fallo a medida de Cambiemos, que necesitaba “voltear” al postulante que cuenta con la mayor aceptación popular, que es el primer mandatario provincial. Del otro lado del mostrador, todo el arco opositor celebró lo dictaminado por considerar que debieron recurrir al máximo órgano para encontrar justicia, contra un proceso cuestionado desde el principio por los referentes políticos de Cambiemos y algunos aliados como Paredes Urquiza, Bosetti o Beder Herrera.
La unanimidad y la argumentación jurídica fueron letales para el esquema oficialista, que vio de repente la manera en que se escapaban las chances de postulación para Sergio Casas. Sin embargo, para el momento en que se conoció el fallo de la Corte, las elecciones del 12 de mayo ya estaban suspendidas por parte del Tribunal Electoral Provincial. Esta determinación surgió el día previo en horas de la tarde, cuando el órgano judicial emitió una resolución, fundada en la imposibilidad de cumplimentar con la exigencia legal de exhibir el padrón provisorio 90 días antes del comicio.
A pesar de la coincidencia con el dictado del fallo adverso de la Corte, la decisión de suspender el comicio no era nueva, sino que se barajaba desde mucho antes. El problema no era para dejar pasar por alto, porque el incumplimiento de esta exigencia podría derivar en la nulidad de todo el proceso, incluso del mismísimo resultado de los comicios. Fuentes del Tribunal Electoral, precisaron que el padrón actualizado fue solicitado en tiempo y forma a la Justicia Federal, pero recién se cumplimentó el 15 de marzo último, dejando sin ninguna chance de ponerlo a consideración de la consulta pública y contar con el tiempo material de realizar las modificaciones e imprimirlo para el 12 de mayo. Nada tiene que ver el padrón usado en la consulta popular, que data de la elección del 2017.
Suspicacias aparte, el Gobernador dictó el decreto respectivo de suspensión de la elección el viernes último por la tarde, generando que todo vuelva a foja cero, a la espera de una nueva convocatoria electoral, en los plazos que marca la ley vigente.
TABLA RASA
Hasta la semana pasada, la pulseada electoral de mayo era una reedición del 2015, con Sergio Casas y Julio Martínez en el centro de la escena. Aunque el actual gobernador nunca dijo que sería candidato, todo su entorno y el espectro político del justicialismo lo daba por sentado, al tratarse del único hombre con consenso real en la sociedad, lo que aseguraba un triunfo en las urnas.
Sin el sauceño en carrera para retener la gobernación, el panorama cambia de manera rotunda, no sólo en el espacio oficialista, sino también en la oposición que hoy tiene más dudas que certezas. El viernes hubo una reunión ampliada en la Casa de Gobierno, donde quedó en claro que Sergio Casas será el gran elector en el proceso que se viene. Su mensaje fue contundente respecto a buscar la unidad, para encolumnarse detrás de un candidato que saldrá del consenso y del espacio propio. Cerró así las puertas a quienes se colocaron en la vereda del frente en los últimos meses, como Paredes Urquiza, Beder Herrera o su propio vice, Tití Bosetti. Algunos de los nombrados tiraron sogas discursivas para retornar, pero en el “casismo” no las creen sinceras, sino más bien interesadas.
La proyección es que el esquema oficial de intendentes y diputados siga intacto, sea quien fuera el nombre que encabece la lista de gobernador. Con la polarización propia en la mayoría de los departamentos, una buena elección en Chilecito y Capital, la ecuación cerraría perfecto para mantener el poder.
Por el lado de la oposición no todo fue festejo tras el fallo de la Corte, por varios motivos. Primero que la dilación de la fecha de elección, que podría ser julio o agosto, jugaría en contra de los referentes de Cambiemos, porque la situación del país promete empeorar y ellos deberán poner la cara ante una sociedad cada vez más desencantada con el macrismo gobernante. Además, el sector radical de la alianza riojana de Cambiemos observa con recelo el futuro camino de su “pata peronista”, el capitalino Alberto Paredes Urquiza que hasta el viernes era candidato a intendente, pero si logra hacer pie con algunos disconformes del oficialismo, reflotará su aspiración de ir por la gobernación. Así, el futuro de lo que fue el Frente “Ahora La Rioja”, pende de un hilo.
Ante lo expuesto, en los próximos meses todo puede suceder y dependerá de las reglas de juego que el propio Sergio Casas imponga, por ello se torna fundamental su figura como referente del esquema oficial. Si las elecciones son el 11 de agosto en consonancia con las PASO, el sauceño podría encabezar la lista de diputados nacionales y traccionar a quien sea el “elegido” por el justicialismo. Para ratificar este rol de pivot, el Gobernador comenzará la semana con el anuncio del esperado aumento salarial para los empleados públicos e inmediatamente después, comenzará un periplo por toda la provincia. Con la excusa de realizar actividades oficiales, bajará línea política a los referentes peronistas del interior y evitar el desbande con el que especula Paredes Urquiza. Al cabo de este proceso, en el que seguramente se oxigenará a ciertas figuras con posibilidades de transformarse en el candidato del espacio, se terminará por bendecir a quien deberá subirse al ring para batallar contra Julio Martínez y compañía.
Hacer premoniciones a esta altura de las circunstancias y con lo cambiante que es el escenario político, es absolutamente prematuro, porque desde el viernes que todo volvió a fojas cero, llegó el momento de barajar y dar de nuevo las cartas de la enrevesada política riojana.