Patas arriba
25/05/19
Otra vez la nota tragicómica la dio el Concejo Deliberante de la Capital, que a esta altura ya no sorprende para nada cuando de su situación institucional se habla. Sesiones frustradas, largos impases, discusiones, agresiones físicas y verbales sin escarmiento, cargos deslegitimados y autoridades cuestionadas, son algunas de las constantes en este órgano que ostenta la representación del pueblo capitalino.
Los memoriosos recuerdan otras conformaciones con serias limitaciones y envueltas en alguno que otro escándalo, pero en nada se compara con lo que sucede con el actual cuerpo deliberativo, elegido hace poco más de 3 años en el principal distrito de la Provincia.
Abundan los señalamientos realizados en los últimos tiempos y el clamor generalizado por recomponer la institucionalidad evidentemente perdida, producto de la mezquindad política casi absoluta. Sería reiterativo mencionar los escándalos que le costaron la salida obligada de dos ediles, por acciones rayanas con el decoro y el respeto por la comunidad que los eligió.
De la actual integración, muy pocos permanecieron en el mismo espacio político que los colocó en sus bancas, pues la gran mayoría mutó casi inmediatamente al calor del poder gobernante de la comuna. Esto que para muchos es considerada como una práctica corriente en el mundillo de la política, significa nada más y nada menos que una taxativa traición a los ideales del votante.
Esta estafa electoral concreta, representa el primer mal síntoma para el deplorable desarrollo legislativo que signó a este Concejo Deliberante. Salvo honrosas excepciones, la producción normativa de trascendencia y con soluciones concretas a los problemas cotidianos de la sociedad capitalina fue bastante deficiente.
El último gran round desatado en el CD fue la ocupación de la ya famosa banca número 15, que se produjo tras la renuncia del viceintendente Felipe Alvarez y la consecuente asunción de Oscar Luna en ese lugar. La situación se extendió desde diciembre de 2017, cuando el concejal de raíces quintelistas fue ungido en un cargo para el que no fue votado por el pueblo.
Es así que, desde el cargo de vicepresidente Primero, se encaramó en la viceintendencia, a pesar de las críticas y los fallos adversos de la Justicia Electoral Provincial. Las normativas y el sentido común son claras respecto a la forma de elegir los cargos ejecutivos y deliberativos, sobre todo en el corrimiento en caso de dimisiones. En este punto, lo que correspondía era el ejercicio de la presidencia por parte de quien resulte electo como vicepresidente Primero por sus pares concejales, pero de ninguna manera designar un nuevo viceintendente que se elije en fórmula con el intendente cada cuatro años.
Como es evidente, desde el mismísimo origen, la situación fue irregular y así fue cimentándose. Luego llegó el rechazo del ingreso como diputado del ex viceintendente Felipe Alvarez por parte de la Cámara, lo que desató la furia del paredismo. Desde ese momento, la banca vacante fue un elemento de presión y la excusa perfecta para evitar la asunción en el CD, mientras no se permita el acceso al escaño legislativo provincial. Es más, en los últimos días hubo una nueva embestida tuitera del oficialismo municipal para que los diputados hagan jurar a Alvarez, justo el día en que los ediles opositores pedirían por enésima vez la asunción de Alfredo “Turco” Menem en lugar de Oscar Luna.
Esto se transformó en una improductiva pulseada donde la único que pierde, y por goleada, es la sociedad. El miércoles último debía continuar la frustrada sesión anterior, tras un dilatado cuarto intermedio producido hace 15 días cuando la asunción de Menem fue de nuevo el eje de la discusión.
Este miércoles los siete ediles encolumnados en la vereda del frente de Paredes Urquiza insistieron con tratar la resolución judicial que avala al “Turco”, mientras los cinco del paredismo y aliados resistieron aludiendo que es un tema tratado el año pasado y rechazado, por lo que no podía discutirse nuevamente.
Las discusiones subidas de tono, con alto grado de intolerancia frente al disenso, derivó en el retiro de los concejales peronistas y la consecuente falta de quórum, dejando un larga lista de ordenanzas y declaraciones pendientes de tratamiento, que se suponen son en beneficio de la comunidad.
Este renovado fracaso volvió a colocar al órgano deliberativo en la cúspide de las críticas, sobre todo por la evidente priorización de las diferencias políticas internas ante el verdadero interés por legislar. Pero no todo quedaría en la frustrada sesión del miércoles, sino que al día siguiente se supo sobre la convocatoria a una sesión especial para el día viernes por la tarde, solicitada por los siete ediles disidentes.
La citación firmada por Oscar Luna debía contener dos temas solicitados por los ediles: La asunción de Menem y la designación de nuevas autoridades, siendo éste último el único que admitió el viceintendente para darle tratamiento específico. El día llegó y en el recinto se sentaron siete ediles: Alcira Brizuela, Carlos Machicote, Duilio Madera, Warren Córdoba, Raúl Larrraín, Matías Soria y Lucas Adaro, que siempre pivoteó entre las dos vertientes según sea lo más conveniente… Los radicales optaron por no asistir y dejar que “resuelvan sus internas primero y después veremos”, según dijo Sebastián Cutrona.
De acuerdo con el relato oficial, Luna hizo los tres llamados y ante la falta de quórum, decidió levantar la sesión especial, pero los ediles presentes entendieron que en estas ocasiones se puede sesionar en minoría, según el reglamento interno, para “conminar a lo que por su inasistencia sin permiso previo o sin aviso al Cuerpo, dificultase la celebración de sesiones”. Este punto sirvió para que el vicepresidente Segundo, Matías Soria, presida la sesión ante la ausencia del resto de las autoridades e inmediatamente tome juramento a Menem como el ocupante de la banca N° 15.
Con la nueva incorporación, el quórum quedó garantizado y se procedió a designar nuevas autoridades del CD, nominando a Adaro como vice Primero y Soria como Segundo. La reacción del paredismo no se hizo esperar al calificar como inválida e inaudita la sesión, anticipando que judicializarán la instancia.
Como puede apreciarse, puertas adentro del órgano deliberativo todo puedo ocurrir. Pero lo más cómico es que los mismos que violentan sus normativas e imponen prácticas que rayan con la ilegalidad, se transforman en los principales críticos cuando lo hacen los demás. ¿Cómo acudirán a la justicia si lo primero que se hace es no respetar los fallos emanados de ella? Un verdadero contrasentido, propio de la falta de coherencia y compromiso con quienes dicen representar.
Lo que se viene es una nueva batalla, tanto política como judicial, con derivaciones inciertas. Lo más seguro es que la paralización deliberativa sea una constante de ahora en más, lo que se acentuará conforme se acerquen las fechas de los compromisos electorales. Vale recordar que los 15 ediles y el viceintendente a cargo culminan su mandato en diciembre próximo, poniendo fin así a una de las conformaciones más desastrosas y deplorables de la historia de la institución. Ojalá los ciudadanos riojanos tengan la sapiencia necesaria para elegir de manera correcta a sus próximos representantes. Es la única esperanza que nos queda.
ESCENARIOS POLÍTICOS
Las maquinarias electorales tanto provinciales como nacionales se encuentran en plena deliberación respecto de los nombres que se ungirán para competir en los próximos comicios. La mira está puesta en agosto, cuando se celebren las PASO. Claro que se debe considerar que, en poco menos de un mes, deben inscribirse candidatos, por lo que la cuenta regresiva ya comenzó.
La magistral movida de Cristina Fernández de Kirchner al ceder su lugar a Alberto Fernández y probarse el traje de candidata a vicepresidenta dejó a sus contrincantes al borde del desconcierto total. El macrismo sólo pudo celebrar que Alternativa Federal mantenga su postura de convertirse en la tercera posición en disputa y evitar así la polarización electoral que podría costarle la continuidad del Presidente. En tanto, la mala imagen de Mauricio Macri y los adversos indicadores económicos hacen repensar la idea de la reelección, por lo que comienza a tomar vuelo el plan V, en alusión a la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal.
En La Rioja las cosas están más claras, pues en el justicialismo no existe discusión respecto a la posible postulación de Sergio Casas como diputado nacional, sustentado en una impecable imagen e intención de voto del actual mandatario. La compañera de lista será otra de las disputas que se vienen.
Por el lado de Cambiemos, la complicación se apodera de Julio Martínez como líder del movimiento, porque la muerte de Héctor Olivares lo dejó sin candidato. Ahora se especula con nombres poco conocidos socialmente o quemar naves con referentes que también quieren competir por los cargos provinciales. Habrá que esperar cuál es la postura que adopte su aliado Paredes Urquiza, que ya expresó intenciones de pugnar por una diputación desde su espacio.
Respecto a los comicios provinciales, nada cambió en los últimos siete días, salvo la notoria insistencia de algunos de los “candidateables” de contar con certezas respecto a la fecha de elecciones. Por ahora, el responsable de determinar el cronograma electoral que es Sergio Casas mantiene silencio. Las especulaciones hablan de octubre, en consonancia con las nacionales, aunque el efecto sorpresa tampoco debería descartarse.
El cuarteto de probables postulantes del justicialismo mantiene su derrotero de posicionamientos personales, con acciones aisladas y altisonantes declaraciones mediáticas, donde no ocultan sus aspiraciones y resaltan sus facultades para suceder al mandatario oriundo de Los Sauces. Silvia Gaitán se hace fuerte desde su terruño del Oeste, con anuncios de obras trascendentes, Florencia López tuvo oportunidad de mostrarse en los festejos por el Día de la Olivicultura, mientras los capitalinos Tere Madera y Ricardo Quintela expanden su ámbito de presencia hacia el interior, pegados a la figura de Casas.
Así se espera que los días pasen y la aceptación popular crezca e impacte en los estudios de campo de los analistas oficiales. Mientras no exista una definición de la fecha de los comicios, la verdadera carrera electoral no habrá comenzado, pues todo parece indicar que la unción de los candidatos se dará sobre el filo del cierre de los plazos estipulados por la ley. Hasta entonces, la incertidumbre será la reina de este intrincado proceso.