Sprint final
20/10/19
Cualquier relator ciclístico diría en la parte definitoria de una carrera, que los sprinters comienzan a levantarse del sillín para emprender el embalaje final que lo catapulte a la victoria. Del mismo modo, los candidatos a gobernar el país, la provincia, los municipios y quienes pugnan por cargos legislativos, tiene una semana para pedalear los últimos siete días en busca del tan ansiado sufragio.
En realidad, en sólo cinco días los oídos descansarán de todo el proselitismo típico de las campañas electorales al comenzar la veda política, que está pensada como un momento de profunda reflexión del votante, para que el día del comicio exprese su voluntad sin ningún tipo de interferencias.
Las últimas acciones de campaña y sobre todo los debates entre los candidatos presidenciales, marcan la profundización de la polarización entre el oficialismo macrista y el neokirchnerismo que pugna por llegar al poder en el país. Todo parece indicar que los números obtenidos en las PASO, se ratificarán y posiblemente se acreciente la diferencia a favor de Alberto y Cristina Fernández, porque durante estos dos meses, Mauricio Macri, no pudo revertir ninguna de las políticas que llevaron al votante a darle la espalda en las urnas.
El debate realizado el domingo pasado en Rosario y el que se replicará hoy en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, dejan en evidencia este mano a mano que definirá el futuro del país. La mala performance de Roberto Lavagna, como tercera pata de la discusión, dejó a muchos electores “huérfanos”, que seguramente harán uso del denominado “voto útil” a favor de alguno de los dos contendientes con mayores posibilidades.
Fernández, de no mediar un desastre, ganará cómodamente el próximo domingo y la clave estará centrada en saber la diferencia o el porcentaje alcanzado, para determinar así la realización o no del balotaje. Según el artículo 97° y 98° de la Constitución Nacional, para lograr un triunfo en primera vuelta, un candidato debe obtener más del 45 por ciento de los votos o superar el 40 por ciento y sacarle 10 puntos de distancia al segundo. Si se repiten los guarismos del 11 de agosto, la dupla Fernández-Fernández se quedaría con el triunfo en primera vuelta. Además, cabe advertir que para determinar estos porcentajes mencionados se contabilizan los votos afirmativos válidamente emitidos, es decir que los votos en blanco no cuentan para esta ecuación, lo que podría ampliar el margen de diferencia.
Alberto Fernández ya actúa como un virtual presidente, tanto en sus declaraciones como en las perspectivas de índole económico y político, mientras que Macri apuesta al milagro de revertir la historia de las PASO y forzar a una segunda vuelta que lo mantenga con vida más allá del 27 de octubre. Sin embargo, nada de lo que está sucediendo ayuda demasiado para que esa quimera se produzca, porque a escasos 10 días del comicio, se confirma el crecimiento de la inflación, cuyo impacto es letal, principalmente en los sectores sociales medios y bajos.
“La inflación es algo simple de resolver”, decía el Presidente antes de asumir en 2015, mientras aseguraba que el crecimiento de este índice es “la demostración de tu incapacidad para gobernar”. Hoy, prisionero de sus propias palabras, Macri terminará su período con 300 por ciento más de inflación desde que asumió la primera magistratura nacional. La última medición del INDEC difundida el miércoles pasado, detalla que el índice inflacionario se ubicó en el 5,9%, el valor más alto en el año, y acumula un 37,7% en 2019. Las proyecciones a diciembre, ascienden a casi el 55 por ciento anual, que sería la más alta en los últimos 28 años.
Arrastres y lastres
Todo lo que sucede a nivel nacional impacta de manera directa en la provincia, sobre todo lo que implica aceptación o rechazo hacia alguno de los candidatos presidenciables. Esto sucede después de muchos años en que no se daba la simultaneidad de los comicios nacionales con los provinciales, lo que para nada es un dato menor.
Sucede que la perspectiva nacional se trasladará de manera casi directa a los candidatos que vayan en la misma boleta. Muchos dirán que se debe rediscutir la vigencia de la boleta sábana, pero hoy por hoy es el sistema a aplicar y hay que respetarlo. En este momento rige la posibilidad que un candidato a gobernador lleve en acuerdo de boleta a los estamentos nacionales de presidente-vice y diputados, pese a la presentación formal del bederismo en contra de esta posibilidad. La Cámara Nacional Electoral aún no resuelve dicha presentación, aunque el dictamen del fiscal ya anticipó que aconsejaba declarar en abstracto el planteo y mucho más ahora que casi no existe tiempo material de cambiar las boletas impresas que estarán en el cuarto oscuro.
Todos los especialistas en estudios de campo, indican que el arrastre de los candidatos nacionales terminará definiendo el resto de los estamentos provinciales que conforman la llamada “boleta larga”. Allí radica hoy la ventaja que los encuestadores señalan en favor de Ricardo Quintela, que superaría los 15 puntos por encima de Julio Martínez y 30 más que Beder Herrera. Tanto Gustavo Córdoba como Antonio de Tomasso bancaron los trapos y salieron este viernes a exponer sus encuestas, realizadas en toda la provincia, contratados por el oficialismo. En el esquema de ambos especialistas, el contundente triunfo de Fernández derivaría en una victoria de Quintela – López y de casi la totalidad de los intendentes del peronismo.
Será por ello la tranquilidad que evidencia la fórmula del oficialismo, que hace caso omiso a todas las provocaciones que realizan sus contrincantes. Tal es el caso de Martínez, que intenta confrontar con acusaciones y formular promesas con la intención de suplir las falencias del actual gobierno, que apadrina a Quintela. O también la manera de esquivar las provocaciones de Beder Herrera para forzar un debate de los tres candidatos en el ámbito universitario, algo que nunca antes se produjo y mucho menos cuando él gobernaba la provincia.
El candidato del Frente con Todos, cuenta a su favor no sólo el arrastre presidencial, sino también una enorme lista de colectoras en cada uno de los departamentos, sumado a que los jefes territoriales, llámense intendentes o diputados, están contenidos en la boleta larga. Eso le garantizaría el caudal de votos necesario para convertirse en el triunfador, pese a las versiones de traiciones y cortes de boleta. Sucede que históricamente, el famoso corte nunca superó los 8 puntos, lo que tampoco haría demasiado daño a la estrategia oficial.
El referente de Mauricio Macri en la provincia apuesta todo a capitalizar el piso electoral de Juntos por el Cambio en las Primarias y que los dos candidatos del justicialismo dividan sus votos y le permitan dar el batacazo, después de cuatro intentos vanos en busca de la gobernación. Al mismo tiempo, el Presidente puede ser también un lastre y no permitirle ir más allá de ese piso, por la mala imagen de la gestión nacional y porque en La Rioja, Martínez es Macri. Otra de las falencias de la alianza radical –PRO, es que no hizo pie en los departamentos del interior con armados fuertes que puedan redituar tracción de votos, como así también, que su candidato a diputado nacional, Felipe Alvarez, pertenece a una fuerza política que ya no es su aliada y que además, está virtualmente desaparecido de la campaña. El ex viceintendente es un convidado de piedra, que sólo aparece en algunos afiches y gigantografías.
Por el lado de Beder Herrera, se apuesta a la memoria de su paso por la gobernación, con la puesta en marcha de un plan que contempla un cúmulo de promesas que suenan muy bien, pero sin explicar la manera de concretarlas. En tanto, la imposibilidad de llevar candidato a presidente en su boleta, lo sitúa en una posición compleja al momento de buscar el voto en el cuarto oscuro, por lo que su jugada es instar al corte de la boleta oficial del Frente de Todos. Los números que se difunden desde el oficialismo, lo sitúan tercero con 18 por ciento de los votos.
En el interior, los actuales jefes comunales que buscan la reelección no tendrían problemas de revalidar los títulos, con triunfos más que contundentes en Chilecito, Villa Unión y Chepes. En la Perla del Oeste, pese a confrontar con otro peronista, Silvia Gaitán tiene todas las de ganar por su impecable gestión, por un fuerte trabajo territorial y por mantener los acuerdos políticos con sus aliados. Yamil Sarruf en Felipe Varela y Cristian Pérez en Rosario Vera Peñaloza, no se quedarían atrás y obtendrían victorias contundentes.
En los departamentos denominados chicos, el oficialismo tampoco tendría ningún inconveniente de triunfo y hasta se anima a soñar con un batacazo en Famatina, con Adriana Olima y Jorge Granillo que estarían sacando luz de ventaja. Final abierto podría existir en Chamical, donde Dora Rodríguez y el hermano de Daniel Elías se debaten voto a voto. Algo similar podría darse en Castro Barrros, con Gloria Pedraza que disputa con su ex marido Marcelo del Moral y en Arauco, donde la actual intendenta busca imponer a su hermana Virginia López, pero en frente tiene a un experimentado Nicolás Martínez en busca del retorno a la comuna aimogasteña.
Y dejamos para el final a la Capital, donde se promete una verdadera batalla sin cuartel entre el actual jefe comunal, Alberto Paredes Urquiza y las retadoras Teresita Madera e Inés Brizuela y Doria. Néstor Bosetti pelea por instalarse, pero las encuestas no le estarían sonriendo. En el principal distrito de la provincia hay casi 150 mil electores habilitados para votar el próximo domingo, calculando una asistencia del 80 por ciento, son 120 mil votos que se repartirán entre los siete candidatos que se postulan y los casi 1500 aspirantes a concejales, sin contar el margen de votos en blanco que nunca está por debajo del 10 por ciento.
Bajo estos parámetros, vale recordar que en las últimas elecciones capitalinas, Paredes Urquiza ganó con 35 mil votos, quedando Inés Brizuela y Doria en segundo lugar con dos mil votos de diferencia y tercero fue Hugo Vera con 28 mil votos, es decir que no hubo más de 7 mil votos de distancia entre los tres contendientes. Los analistas especulan que podría darse un resultado muy similar, porque en el caso del radicalismo –macrismo, podría contar con el arrastre del candidato a presidente que en agosto alcanzó casi 35 puntos frente a los 45 del Frente de Todos.
La gran duda es si este último porcentaje recaerá en Teresita Madera, lo que podría significarle la victoria y reemplazar a APU en el palacio Ramírez de Velazco. El otro interrogante es cuánto del capital electoral logrado en 2015 por el actual intendente podrá mantener de la mano de quien hasta hace días era su archienemigo, Luis Beder Herrera. Por todo ello y si bien los encuestadores oficiales dan ganador al Frente con Todos, habrá que esperar hasta último momento porque los otros candidatos también manejan sus encuestas y a cada quien le resultan favorables.
Con esta incertidumbre a cuestas, todos los candidatos encaran los últimos siete días para llegar a la meta de la mejor manera posible. Saben que es el momento de transpirar la camiseta y dejar todo en busca del primer lugar. Algunos lo harán con ayudas y otros con lastres. En una semana lo sabremos.