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Prince: Eclecticismo, provocación y genio

El pasado 21 de abril, a los 57 años nos dejaba este gran ícono de la música, quien llevó como distintivo su sensualidad y provocación, la fineza de su sonido siempre con un arrollador groove y su voz e imagen felina..



Prince hizo una contribución voluminosa a la música, con casi medio centenar de discos (una treintena de oficiales y varios no autorizados o de edición limitada que despertaron la fiebre de los coleccionistas), tres films en su haber (de los cuales "Purple rain" le haría merecedor de un Óscar por la canción principal) y como compositor más de una docena de éxitos que popularizaron figuras de la talla de Madonna, Alicia Keys, Sinead O' Connor, Cyndi Lauper, The Blangles, entre otros; además de haber sido plagiado por varios, entre los que podemos mencionar uno célebre: Phil Collins con 'Sussudio', un robo de la canción '1999' del álbum homónimo; o como un ferviente defensor de los derechos de los músicos sobre su propiedad intelectual y también contra el manejo impersonal y despótico de los sellos discográficos hacia el artista (lo que se vería reflejado en su adopción de un símbolo impronunciable que sería su nombre en el período 1993-2000).

Prince Rogers Nelson había nacido un 7 de junio de 1958 en Minneapolis (Norte de EEUU), y su nombre fue tomado de un grupo de Jazz que tenía su padre. El divorcio de sus padres a la corta edad de 7 años hizo que prematuramente se refugiara en la música, comenzó con el piano y más tarde con la guitarra, pasando por todos los instrumentos hasta llegar en su madurez a ejecutar más de 30 distintos. A los 17 presentó su maqueta para el sello Warner Bros. hecho que desembocaría en la saluda de su primer álbum "For You", seguido por el homónimo "Prince" e iría levantando la apuesta con el controversial "Dirty Mind" (donde se consolida el Minneapolis sound, sonido creado por él, que sentó las bases de lo que más tarde serían el House, Techno o Electro), hasta catapultarse luego de otros discos en su masivo "Purple Rain" y el súper film del mismo nombre para llevarlo a una larga carrera meteórica con una gran cantidad de proyectos paralelos donde se evidenció su cualidad de cazador de talentos, tanto para formar músicos, productores o allegados de disciplinas varias.

Como si de "Vidas paralelas" de Plutarco se tratara, podemos observar en Prince ciertas similitudes con el trabajo de otras grandes estrellas pop: con Bowie por ejemplo por sus camaleónicos cambios de estilo tanto en lo musical y estético, como lo es también en la creación de alter egos y el juego sostenido con la androginia; de Madonna por sus temáticas provocativas, tanto en sus líricas como en sus looks; con Michael Jackson por lo cuidadas de sus presentaciones y el gran despliegue que representaban las mismas.

Realmente correrán lustros hasta que desgranemos el legado de este incansable hacedor (de quien se dice sólo dormía tres horas por día), el cual trasciende por demás estas líneas.

Prince supo tener una vida de celebridad, pero a diferencia de ellas con una cortina de discreción que ocultó siempre su vida personal y dejó relucir sólo su genio que despertó los más poderosos amores y aversiones.
Su música nos quedará como un canto a la libertad de hacer, crear y reinventarse siempre, tal como esa Lluvia Púrpura que ya es parte ineludible del patrimonio colectivo.