Mario Reyes Vallejo y la historia de Ampatá
Familiares de Mario Reyes Vallejo, fallecido en 1962, impusieron su nombre a la calle de entrada a la casa donde habitó, amplió una represa y construyó corrales en la zona conocida como Ampatá, cerca de la Capital de La Rioja, según relató su sobrino nieto Carlos Ceballos a El Independiente..
Ampatá es un lugar histórico, una Posta desde la Colonia a unos 30 kilómetros de la ciudad de La Rioja por la ruta provincial 25 que fue el camino original a Córdoba y se une en Punta de los Llanos con la actual ruta 38.
El lugar está mencionado en el libro del historiador Víctor Robledo “Destino Montonero, la fugaz estrella de Aurelio Zalazar”. La Posta tenía y tiene una represa casi permanente que se formó naturalmente colectando el agua de las lluvias por las características del desnivel del terreno.
Allí acudían las montoneras del Chacho después de pequeñas batallas o escaramuzas de tipo guerra de guerrillas. Ampatá era un puesto donde siempre había caballos, vacas y agua. También señala la historia que las montoneras acudían también a las represas La Hedionda y la Hediondita como se narra en libros de historiadores.
Los Vallejo figuran en la historia de La Rioja desde antes de la Revolución de Mayo, cumpliendo distintas funciones ya que se trataba de una familia numerosa. Los protagonistas de la historia riojana tenían “derechos de campo” como se entregaban en la época colonial (mercedes reales) y más tarde, propiedades que otorgaba la Legislatura a los antiguos Encomenderos o Jefes de Campaña como Facundo, los Dávila, entre otros. Uno de los Vallejo era dueño de unos derechos en donde hoy se ubica Punta de los llanos y que antes se llamaba Punta de los Vallejo.
A una rama de los Vallejo pertenecía Mercedes Vallejo Ortíz, quien se casó con el porteño Marcelino Reyes, que llega como Capitán a La Rioja en 1868. Tuvieron 12 hijos, 7 mujeres y 5 varones, Reyes Vallejo.
Mercedes Vallejo de Reyes fue titular de “derechos de campo” y de algunas propiedades en la ciudad de La Rioja, que fueron pasando a ser propiedad de sus hijos es decir, los Reyes Vallejo.
Ampatá y Musitián y otras tierras que desconozco se distribuyeron entre los hijos que quedaron en La Rioja pues cinco de ellos fueron a Buenos Aires, Córdoba y Rosario.
Así fue como el Puesto de Ampatá y el de Musitián quedaron a cargo de Mario Reyes y de algunas hermanas, quienes se radican allí muy jóvenes y comienzan a criar ganado vacuno. Allí transcurre toda su vida Mario Reyes, entre Musitián y principalmente en Ampatá, donde llega a tener un rodeo numeroso, y a cuya represa acudían todos los “derechosos”, es decir residentes sin título que vivían y aún viven en ese campo. Así se generó la cuestión del derecho de posesión que se mantiene indiviso hasta el día de hoy y que al parecer, no solucionó la ley de creación del IMTI, Instituto del Minifundio y Tierras Indivisas en el gobierno de Guillermo Iribarren.
Cuenta Víctor Robledo en su libro que Julio Campos, gobernador entonces de La Rioja, pero en operaciones militares, en persecución de Zalazar, y contra los alzados que se negaban a ir a la guerra con el Paraguay, llega a Ampatá y cambia de caballada y refresca su tropa llegando antes a La Rioja y dando batalla y derrotando a Zalazar en Pango o en los aledaños.
Mario Reyes casó con Margarita Sotomayor, también de un apellido de larga trayectoria y participación en los hechos políticos durante la guerra civil. Sus descendientes, nietos de Mario Reyes y Margarita Sotomayor viven en La Rioja (algunos han fallecido).
Con uno de sus nietos Mario (Reyes) Sotomayor, y con acuerdo de sus familiares, decidieron hacerle este recordatorio homenaje a un criollo, un hombre de trabajo que vivió en su Ampatá, y cuyos restos descansan en el Cementerio de la Ciudad de La Rioja, poniendo su nombre a la calle de entrada a la represa y su casa.
(En imagen) Represa a la que acudían las montoneras del Chacho después de pequeñas batallas, que fuera ampliada por Mario Reyes Vallejo.