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El síndrome del corazón roto lo sufren más las mujeres

Un estrés emocional agudo, como una fuerte discusión, puede causar una patología cardíaca que afecta especialmente a las adultas de 55 a 75 años..



Una fuerte discusión, romper con la pareja o perder un familiar puede desencadenar el llamado síndrome del corazón roto, y las más afectadas por esta cardiopatía son las mujeres posmenopáusicas, de entre 55 y 75 años. “Un estrés físico o emocional agudo puede destrozarnos literalmente el corazón, es un posible desencadenante de esta patología. Por ende, la trillada expresión ‘me rompió el corazón’ cobra sentido”, comentó Carlos Reguera, médico cardiólogo y jefe del área de Cardiología y Medicina Preventiva en INEBA.

El síndrome del corazón roto o cardiomiopatía de Tako Tsubo es una afección cardíaca causada por estrés, descripta por primera vez en Japón en 1990. Presenta síntomas similares a los de un infarto agudo de miocardio, como ser angor (dolor de pecho opresivo) y disnea (falta de aire), pero con la salvedad de que las arterias coronarias no están obstruidas, como sí sucede en el infarto por isquemia. El trastorno se debe a un incremento exagerado de catecolaminas como la adrenalina, conocida habitualmente como la hormona del estrés. El músculo cardíaco se resiente y debilita hasta el punto de adoptar una forma cónica, lo cual altera su función normal.

Básicamente, la adrenalina produce en el cuerpo dilatación de las pupilas, aumento de la frecuencia respiratoria y cardíaca, estrechamiento de los vasos sanguíneos, sudoración y aumento de la presión arterial. El problema es que niveles excesivos de esta sustancia pueden llegar a provocar un daño transitorio al corazón. Este síndrome perturba en un 90% a mujeres posmenopáusicas, y la edad de presentación va desde los 55 a los 75 años. La razón del predominio en mujeres es desconocida, aunque algunos expertos atribuyen que el sexo femenino, luego de estar protegido por los beneficios de los estrógenos, se torna más vulnerable a los efectos del estrés. “Si bien la mayoría de las personas deben permanecer en el hospital mientras se recuperan, afortunadamente los pacientes que lo sufren evolucionan debido a que los trastornos o alteraciones de la motilidad ventricular son reversibles, por lo que se logra una recuperación completa en pocas semanas. Pero a la salida del sanatorio, es clave un seguimiento cardiológico para monitorizar el tratamiento y evolución”, explicó Reguera.