Diario El Independiente || Edición Digital
Skip to main content

"El único lugar en el que siento que pertenezco es cuando vuelvo a Ulapes"

Nerio Tello, es periodista, escritor, guionista, docente, autor y director teatral. Es oriundo de Ulapes, hijo de José Aurelio Tello y María Estela Tulián. Cuando tenía 7 años y cursaba tercer grado, la familia decidió migrar hacia Mendoza en busca de nuevas oportunidades respecto al estudio y formación profesional..



Cabe destacar, que en cuanto a la actividad gráfica Tello escribió para los reconocidos diarios Tiempo Argentino, El Cronista Comercial, ha colaborado en publicaciones de interés general y culturales tales como El pasajero, Cinco Sentidos, Todo es Historia y en la Revista cultural Ñ del diario Clarín. Actualmente es columnista permanente del Suplemento Viajes y Turismo del diario Clarín y desde febrero de 2016, es columnista de la Revista Digital Leemos.

Su  último libro fue “Crónica Narrativa. Qué es y cómo se escribe” que se editó el año pasado. El mismo incluye una antología de autores como Roberto Arlt, Rodolfo Walsh, Tomás Eloy Martínez, María Moreno, Leila Guerriero, Cristian Alarcón, Josefina Licitra, Cicco y Javier Sinay.

En este sentido, Nerio en diálogo con El Independiente brindó una entrevista en la que detalló cómo fue dejar su pueblo natal con el objetivo de formarse y luego lograr este peculiar currículum profesional. 

Asimismo, el periodista resaltó que “cuando vivíamos en Ulapes, y los que viven en los pueblos lo deben saber, que había que viajar a otras provincias para poder estudiar, mi hermano mayor ya estudiaba en Mendoza y mi hermana en ese año le tocaba ingresar a la secundaria por lo cual también debía trasladarse del pueblo, y fue desde ahí que mi padre tomó la decisión de llevar a toda la familia. En Mendoza realicé los estudios primarios, secundarios y también la escuela de periodismo. Viví en esta ciudad hasta los 24 años”.

La vida en Buenos Aires

Durante el diálogo comentó cómo llegó a la provincia de Buenos Aires. “Decidí viajar a esa ciudad por muchas razones, en Mendoza me recibí de periodista pero casi no trabajaba de eso, sino que me dedicaba al teatro, era actor en una compañía municipal, y por un lado quería crecer en mi oficio de periodista”.

“Luego teniendo en cuenta que hablo del año 1976 en donde la situación política en el país era muy complicada y particularmente en las ciudades chicas los procesos de violencia eran mucho más difíciles, en una ciudad más grande es como que uno pasa más desapercibido. En un momento pensé que seguir viviendo allí era un lugar peligroso, tenía una novia que había caído detenida unos meses antes, la situación era muy compleja  por lo que  decidí viajar”, agregó Tello.

En tanto aseveró que “estas situaciones me hicieron tomar la decisión de ir a Buenos Aires, no estaba muy seguro que este iba a ser el lugar en el que me iba a quedar. Pero al poco tiempo conseguí trabajo como periodista lo cual me cambió un poco el panorama”, indicó el periodista.

El volver al pueblo

Al referirse a su pueblo, el escritor señaló que  “he pasado mi primera infancia en Ulapes y eso genera un imaginario muy curioso, si bien no tengo tantos recuerdos porque era muy pequeño cuando me fui, pero cuando vuelvo al pueblo es como encontrarme con muchas cosas reconocibles”.

“Tengo un sentimiento de pertenecía que está marcado con las cosas que uno reconoce. Si uno va a un lugar y dice;  pero qué pueblo tan feo, pero el que vive ahí no siente que es un pueblo feo porque lo conoce, lo reconoce y lo siente como propio es el lugar en el que siente que es él, y pasa cuando unas personas vienen a Buenos Aires, en la que se sienten extraños, raros y para muchos es una ciudad que les puede resultar agresiva,  inmanejable y cuando uno vive acá es la ciudad de todos los días”, reveló Tello.

De igual manera, reconoció que “en mi caso, siento que pertenezco a varios lugares como el caso de Ulapes, pero en Mendoza ya no siento que pertenezco, cuando voy a esa ciudad soy un visitante y hay muy pocas cosas que me retengan, no me quedaron amigos por la época y las situaciones que pasaron. Sin embargo, en Ulapes que tampoco tengo mucha gente conocida, es un ámbito geográfico, físico en donde me reconozco en donde mi imaginación trabaja mucho, porque se despiertan mucho los sentidos”.

“Actualmente vivo en una ciudad y cuando vuelvo al pueblo lo único que se escucha es el sonido de los pajaritos, cuando uno sale a la calle está expuesto a los solazos, hay una geografía que es muy determinante que para mí es una cosa que ha sido parte de mi vida” sumó el docente.

“Es difícil de explicar, porque uno se vincula con los lugares, pero también se vincula con las personas y yo en Ulapes me vinculo con el espacio, porque hay pocas personas que conozco”, resaltó el escritor.

“Yo me presento siempre como riojano, pero cuando voy a La Rioja me dicen que parezco mendocino, cuando voy a Mendoza me dicen que soy porteño y cuando estoy en Buenos Aires me preguntan de qué provincia soy, por lo que en realidad no soy de ningún lado por eso siempre menciono que soy un transmigrado, es decir soy aquella persona que no vive en el lugar que nació por distintas circunstancias de la vida”, definió el comunicador.

“Yo soy riojano, no me siento identificado con Mendoza y como para esa ciudad no soy nacido ahí,  tampoco me reconoce como un hijo de la provincia siendo que viví  allí 25 años”.

 

Sobre el periodismo actual

Al ser consultado de cómo ve la tarea periodística en la actualidad, Tello manifestó que “es muy complicada la pregunta y mucho más la respuesta, al medio periodístico lo veo muy condicionado por las reglas de juego, hay un cambio y dirección de la política de editoriales de los diarios y revistas que hace que el trabajo tenga su nivel de complejidad”.

De esta forma reconoció que “hoy todo está muy marcado por pautas de intereses empresariales (podría decir ideológico) y también hay un precarización muy grande. Actualmente las empresas tienen más tareas para hacer y las realizan menos profesionales y el periodista está obligado a hacer cosas que antes nosotros no hacíamos”.

Por otro lado acentuó  que  “los diarios, por las experiencias más cercanas que tengo, se están desprendiendo de los periodistas veteranos que generalmente tienen sus mañas pero que tienen una experiencia que es muy aprovechable en un medio de comunicación, a los cuales los están obligando a jubilarse, en donde había cinco hoy hay tres y hay periodistas con muy poca experiencia y eso hace que uno cuando lee ve la falta de una buena prosa y los descuidos que se cometen”.

También precisó que “si bien los errores son responsabilidad del periodista también de alguna manera es del medio teniendo en cuenta las formas y estructuras con las cuales se está trabajando, yo en un diario tenía treinta correctores y ahora hay dos o tres”.

 “Por estas razones, hoy el periodista tiene que estar más entrenado que nunca para poder escribir, editar sus propias notas y no cometer errores. Yo cuando empecé metía la pata muchas veces, pero tenía una editora arriba y correctores que me marcaban los errores y las cosas salían bien”, completó el redactor.

En la oportunidad, ejemplificó su idea describiendo que “yo me crié en mi pueblo, en Ulapes tomando leche al pie de la vaca, que era una leche que tenía un gusto muy particular y hoy ninguno de mis hijos y nietos tomarían esa leche ni por casualidad porque están acostumbrados a una leche en  sachet  y digamos uno se va acostumbrando, lo mismo pasa con los diarios, un día aceptas un error al otro aceptas dos y después terminas aceptando cualquier cosa que te vendan”.

Al finalizar, también opinó sobre la presente situación de los medios y sostuvo que “el gran problema entre los diarios tradicionales y los digitales, es que las empresas no han podido todavía trasladar la pauta publicitaria a los soportes digitales, por lo que están obligados a seguir haciendo su producto, por ejemplo hay una empresa periodística muy conocida que está en una crisis por lo que es la baja de ventas pero la versión digital de ese mismo medio no tiene la publicidad que tiene en el papel”, concluyó Tello.