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Una pequeña localidad de Brasil también sufrió un golpe comando

Ocurrió en Pilar do Sul, 24 horas antes de los hechos de Paraguay; unos 20 hombres armados hicieron estallar los cajeros de todos los bancos..



RIO DE JANEIRO.- El espectacular ataque comando a la empresa de valores Prosegur en la paraguaya Ciudad del Este tuvo un antecedente muy cercano en Brasil apenas 24 horas antes, cuando al menos 20 hombres fuertemente armados hicieron estallar los cajeros electrónicos de los tres únicos bancos en la pequeña localidad paulista de Pilar do Sul y asaltaron también una estación de servicio.
 
Al estilo de los pistoleros del Lejano Oeste, los criminales de Pilar do Sul -150kms al sudoeste de la ciudad de San Pablo- ingresaron a toda velocidad en siete vehículos y dos motos poco después de las 3 de la mañana, mientras efectuaban disparos contra los edificios públicos para asustar a los 30.000 pobladores. La localidad ya había sido blanco de ataques similares en 2015 y 2016, por lo que las pocas personas que estaban en las calles a esas horas buscaron refugio de inmediato.
 
En acciones simultáneas, los ladrones se dividieron en tres grupos para volar con explosivos los cajeros electrónicos de las agencias de Banco do Brasil, Santander y Bradesco, las tres en pleno centro de la ciudad. Durante la acción, los bandidos continuaron con los tiros al aire, que alcanzaron varios negocios y la iglesia principal.
 
El ataque triple no duró más de 20 minutos, y poco antes de que los bandidos se fugaran, un par de ellos aprovechó para asaltar también una estación de servicio. Allí rindieron al encargado del local, lo obligaron a abrir la caja y también a surtir de nafta los vehículos.
 
En su huida, una parte de los criminales se cruzó con una patrulla policial a la que enfrentaron con disparos de ametralladora; lograron escapar sin que ningún sospechoso haya sido detenido hasta el momento.
 
Por el fuerte poder de fuego y el grado de organización desplegado, las autoridades creen que se trata de un grupo ligado a los narcotraficantes del Primeiro Comando da Capital (PCC), la banda criminal más grande del país, originaria de San Pablo pero con presencia en la mayoría de los estados brasileños, así como en algunos países fronterizos, como Paraguay, desde donde contrabandean armas y drogas.
 
Los ataques con explosivos a bancos también se han expandido al vecino estado de Río de Janeiro, aunque no ha habido tiroteos en estos casos. Tan sólo en el último mes, cinco agencias bancarias en los alrededores de la ciudad de Río de Janeiro fueron explotadas en la madrugada por ladrones que la policía local cree que fueron entrenados por el PCC.
 
El más reciente episodio, el viernes pasado, sucedió en una agencia de la Caixa Económica Federal en el turístico barrio carioca de Ipanema, que fue volada en mil pedazos para llevarse el botín de los cajeros. Antes de escapar, los ladrones esparcieron por la avenida Visconde de Pirajá clavos "Miguelito" para evitar ser perseguidos por patrullas policiales.