Se entregó el martes en Buenos Aires. Testigos la señalan como coautora de crímenes aberrantes..
La monja japonesa Kosaka Kumiko, denunciada como partícipe de los aberrantes abusos sexuales a alumnos hipoacúsicos y sordomudos del Instituto Próvolo de Luján de Cuyo, llegó esta mañana a Mendoza luego de pasar un mes en la clandestinidad.
Apenas llegó fue trasladada a la sede de la Policía Federal y a las 11 a Tribunales, donde deberá explicar por qué testigos señalan a la monja japonesa como cómplice de violaciones, abusos, golpes y castigos en el instituto religioso para niños
Una de las víctimas de los vejámenes declaró que la monja Kumiko era quien “les colocaba los pañales a los chicos abusados ya que en muchos casos no podían ni sentarse por el sangrado que les generaban los abusos”.
Sobre la religiosa pesaba un pedido de captura nacional e internacional librado por el fiscal Gustavo Stroppiana. El martes desde una dependencia judicial porteña se comunicaron cerca del mediodía para confirmar que Kumiko había llegado y se había identificado en el lugar junto a un abogado.
Kumiko será imputada por participación primaria en los delitos de abuso sexual y corrupción de menores, los mismos por los que ya están imputados y detenidos dos curas y tres administrativos del establecimiento.