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Bruxismo: el drama empieza... apretando los dientes

Despertarse y sentir dolor en la mandíbula o rechinar los dientes al dormir, son algunos de los síntomas de esta dolencia compleja. Si bien no se la reconoce como un trastorno peligroso, sus consecuencias pueden derivar en problemas mayores. Aquí, una lista de los motivos que la generan y ciertos alertas para no pasar por alto..



El bruxismo es el hábito de apretar la mandíbula o rechinar los dientes, sobre todo al dormir, y puede provocar molestias o dolores en diferentes partes de la cabeza, más aún en la mandíbula. Si bien el bruxismo no es un trastorno peligroso, sin embargo, puede causar algunas lesiones dentales permanentes, dolor molesto en la mandíbula, dolores de cabeza o dolor de oído.
 
La mandíbula está formada por dos huesos principales, la mandíbula superior e inferior, donde están alojados los dientes. Cuando hay problemas mandibulares debemos prestar atención porque los dientes y muelas pueden verse afectados. Por lo general las personas que padecen de bruxismo suelen apretar los dientes por las noches sin tener consciencia de esto, por eso al despertarse puede que haya dolor o una sensación de malestar en la mandíbula y dientes. Con el tiempo, los dientes o muelas pueden aflojarse o caerse.
 
Existe desacuerdo sobre la causa fundamental del bruxismo, pero sabemos que, por ejemplo, el estrés diario puede ser el desencadenante en muchas personas. Los factores que influyen, sea que el bruxismo cause o no dolor y otros problemas, varían de una persona a otra. Estos pueden ser:
 
• Cuánto estrés se tenga.
 
• Cuánto tiempo y qué tan fuerte aprieta o rechina los dientes.
 
• Si los dientes están desalineados.
 
• La postura.
 
• La capacidad de relajarse.
 
• Los hábitos al dormir.
 
Al mismo tiempo, podemos prestar atención a determinados síntomas que pueden derivar en el bruxismo:
 
• Irritabilidad y sensación de desesperación.
 
• Ansiedad y una sensación de exceso de responsabilidad o cosas que solucionar.
 
• Sentir que no se está haciendo lo correcto.
 
• Sentir que la persona carga con todas las responsabilidades.
 
• Sentirse atacado constantemente.
 
• Depresión.
 
• Insomnio.
 
• Dientes que se aflojan con facilidad y dolor mandibular.
 
• Luxación mandibular, no poder abrir bien las mandíbulas ni poder masticar.
 
• Dolor de oídos o cabeza.
 
• Sensibilidad a los alimentos calientes o fríos.
 
Otra causa por la que se presenta este problema es una disfunción, es decir, un mal funcionamiento en la articulación de la mandíbula derecha, de la izquierda o ambas. Esto puede deberse a una mala mordida o malos contactos entre dientes durante las excursiones mandibulares. También pueden influir malos hábitos como masticar “chicle”, masticar por un sólo lado, masticar lápices, “comerse” las uñas, entre otras causas.
 
En cualquiera de los casos, lo que ocurre especialmente en la noche es una gran actividad muscular tendiente a posicionar la articulación en una mejor posición, lo que se traduce en apretar y friccionar los dientes entre sí. A veces esta fricción genera bastante ruido, el que es percibido por quienes duermen en el mismo dormitorio.
 
Aquellos que tienen problemas de bruxismo, pueden tener dolor de cabeza, de cuello o de columna vertebral. El 80% de los casos de dolor de cabeza mejoran a través del tratamiento del bruxismo.
 
El bruxismo no es un trastorno peligroso, sin embargo, puede causar lesiones dentales permanentes, dolor molesto en la mandíbula, dolores de cabeza o dolor de oído; por eso, en vez de apretar los dientes lo preferible liberarse y relajarse lo más posible.
 
En muchos pacientes el bruxismo no presenta síntomas por lo que algunos desconocen que tienen esta enfermedad.
 
Normalmente el diagnóstico se produce durante una revisión dental rutinaria o cuando el paciente acude a la consulta ante la presencia de un dolor repetitivo en la cara y en el cuello.