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EE. UU: un juez detuvo la deportación de ciudadanos iraquíes

El juez federal Mark Goldsmith, de Detroit, suspendió por 14 días la expulsión de más de 100 cristianos iraquíes por considerar "que correrían el riesgo de torturas y muertes al regresar a su patria"..



 
Un juez estadounidense detuvo las deportaciones de todos los ciudadanos iraquíes (algunas de las cuales estaban programadas para hoy) con el argumento de que podían ser torturados o asesinados si retornaban a su país.
 
El juez federal Mark Goldsmith hizo extensivo a todo el país una orden precedente que concernía mayormente a cristianos caldeos, que fueron detenidos en operaciones anti-inmigrantes en el estado de Michigan, alarmando a la comunidad iraquí local.
 
El juez Goldsmith frenó las deportaciones por 14 días, mientras decide si la corte tiene competencia para deliberar sobre su suerte. Según el departamento de Justicia, los detenidos deben presentarse ante el Tribunal de Migraciones para intentar evitar la deportación, y no frente a la corte de distrito.
 
Los iraquíes fueron detenidos el pasado 11 de junio y para el U.S. Immigration and Customs Enforcement tienen todos condenas penales. Sin embargo la American Civil Liberties Union dijo que si vuelven a Irak corren el riesgo de muerte y torturas.
 
El juez dijo que su última orden detiene temporalmente los procedimientos de deportación contra unas 1.444 personas en Tennessee y Nuevo Mexico, 85 de las cuales iban a ser deportadas hoy.
 
La resolución del juez tiene lugar cuando el gobierno se prepara para bloquear el ingreso a Estados Unidos de ciudadanos de seis países predominantemente musulmanes, después de que la Corte Suprema autorizara la entrada en vigor transitoria y parcial del controvertido decreto migratorio del presidente Donald Trump. El fallo del máximo tribunal no es definitivo, debe pasar por una nueva audiencia.