Diario El Independiente || Edición Digital
Skip to main content

Tito Ferreyra: “Pasé más horas de mi vida dentro del diario que en casa con mi familia”

En el marco de los 58 años de diario EL INDEPENDIENTE, Historias de Vida entrevistó a Tito Ferreyra, uno de los trabajadores que estuvo desde su fundación un 12 de octubre de 1959..



Hoy, Diario EL INDEPENDIENTE celebra 58 años de historia y también reconoce la labor, sueños y metas de los cientos de asociados que integran este medio gráfico, que logró cimentar la base de su trabajo a través de la solidaridad y de la cooperación mutua.  

En esta nueva entrega de Historias de Vida, Tito Ferreyra, socio fundador de Copegraf Ltda., editora de Medios El Independiente, compartió cómo marcó un antes y un después en su vida formar parte de Medios El Independiente.

En este sentido, Tito comentó que ingresó a trabajar en el Diario El Independiente un 15 de agosto de 1959, con sólo 15 años, tenía conocimiento en artes gráficas ya que había trabajado anteriormente en una imprenta. Con relación a esto recordó que cuando terminó “la primaria y mi padre me dijo que estaban las inscripciones en la escuelas Normal o la Industrial, le respondí que no me gustaba estudiar, entonces mi padre me dijo que en la casa no me necesitaban era estudiar o trabajar, yo le dije que quería trabajar, entonces me buscó un trabajo en una imprenta”, fue ahí donde aprendió mucho de gráfica, detalló.

Luego, decidió perfeccionarse y se inscribió en la escuela Patricio del Sacramento de esta Capital, y cuando estaba en segundo año de oficial tipógrafo, se enteró que el diario buscaba gente para trabajar, entonces desde el Imprenta del Estado donde realizaba las prácticas de esa carrera, lo recomendaron. “Mis padres se alegraron porque había conseguido trabajo efectivo, trabaja de noche en turnos de seis, pero en realidad siempre fue por tarea no por hora”.

“Mi tarea era saca prueba, es decir se trabajaba en sistema caliente en la linotipo donde se hacía las letras en plomo, de ahí salía la composición del material, nosotros llevábamos esas líneas de plomo a una galera donde se limpiaban y se le pasaba tinta con un rodillo de imprenta y en papel mojado lo marcábamos y teníamos que llevar a la Sección Corrección”.

Asimismo rememoró que, con el paso de los años, los asociados de Copegraf debieron atravesar varias crisis pero gracias al esfuerzo y trabajo de cada uno lograron salir adelante, al mismo tiempo expresó “al diario anteriormente y a la cooperativa le debo mucho, porque siempre me han dado una mano, siempre estuve al servicio trabajando muchas horas, yo pasé más horas de mi vida dentro del diario que en casa con mi familia”. Para concluir pidió a la gente “querer a la cooperativa”.