La cifra de muertos tras el fuerte terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter que asoló la provincia de Kermanshah, en el oeste de Irán, aumentó a 328, en tanto que suman 3.950 los heridos, según los últimos datos oficiales..
Las autoridades iraníes movilizaron a todos los cuerpos de seguridad para acelerar las tareas de rescate y de retiro de escombros en las poblaciones de Kermanshah más afectadas por el sismo, de 7,3 grados en la escala de Richter.
Las operaciones de búsqueda se desarrollan a contrarreloj para intentar salvar a posibles supervivientes y en ellas participan el Ejército, los Guardianes de la Revolución, la fuerza de Voluntarios Islámicos y la Media Luna Roja de Irán.
El vicepresidente de la Organización de Gestión de Crisis de Irán, Behnam Saidi, explicó a la televisión estatal que se enviaron 19 helicópteros y tres aviones a las zonas afectadas para el traslado de los heridos. Sobre el terreno están desplegadas también unas 140 ambulancias y miles de efectivos de los servicios de emergencia y otras organizaciones gubernamentales, informó la agencia de noticias EFE.