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Presentaron el programa Melodías para el alma en distintos espacios

En coincidencia con el Día de la Música, la Secretaría de Cultura puso en marcha el programa “Melodías para el alma”, que llevó música a hospitales, hogares y centros de rehabilitación. El Coro Polifónico de la Provincia hizo la última asistencia en la tarde de ayer, visitando el Hogar San José..



Este programa, ejecutado desde la Subsecretaría de Música y Danza se propuso utilizar el arte como herramienta terapéutica, y llegó a la Universidad de la Tercera Edad, La Residencia Nueva Vida, el Hospital de la Madre y el Niño, el Hogar Niño Alcalde y el Hogar San José, todos espacios de contención de personas que pasan por situaciones de vida difíciles.

De manera comprometida los músicos integrantes del elenco de la Secretaría de Cultura Alejandro Roldán, Josho Tello y Ramiro Pereyra asistieron a la Universidad de la Tercera Edad y compartieron con los abuelos estudiantes, varios temas folklóricos.

Asimismo el Coro Provincial de Jóvenes que dirige Emilio Espejo se presentó con un amplio repertorio en la Residencia Nueva Vida, que alberga a adolescentes en conflicto con la ley,  recibiendo un muy buen recibimiento por parte de los jovencitos.

Al hospital de la Madre y el Niño fue el elenco del Coro Provincial de Niños, cantando a los chicos del internado, que disfrutaron con alegría de una tarde de música.

El cantante Jorge Salica fue al Hogar Niño Alcalde y cantó temas infantiles, especialmente preparados para la ocasión.

Finalmente el programa Melodías para el alma llegó al Hogar San José a través del Coro Polifónico de la Provincia en la tarde del miércoles. Los abuelos dieron un cálido y entusiasta recibimiento al elenco de la Secretaría de Cultura.

El objetivo de este programa, que tendrá continuidad, se desarrolló con modalidad sorpresiva  y con repertorios acordes a los lugares donde asistían los músicos.

La música tiene un efecto sanador porque tiene que ver con la espiritualidad, los pacientes que están pasando por momentos adversos, o sus familiares deben permitirse el reencuentro con la alegría, la felicidad y la emoción.