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Buscando una solución a las aguas de los ríos

El agua es fundamental para la vida, ya que sin ella simplemente no podría subsistir ningún ser vivo. No en vano, cualquier sociedad industrial usa enormes cantidades de agua para la vida diaria, algo que demuestra la importancia que el agua tiene para la propia vida en sí..



La contaminación de los ríos es una problemática más antigua que la contaminación ambiental, pero que con el aumento de la población de las ciudades que han nacido a las orillas de los mismos, el volumen de desperdicios tanto orgánicos, producto de desagües cloacales, como químicos, como consecuencias del desarrollo industrial, se incrementó de manera tal que las aguas de los mismos se ven afectadas de tal forma que su composición deja de ser natural, afectando tanto a la fauna y flora que se alimenta de la misma como a los humanos que la beben.

Es por este motivo, que he iniciado una petición para la junta de firmas por la calidad de las aguas del río Areco, que pasa por la Localidad de Carmen de Areco – Provincia de Buenos Aires: https://www.change.org/p/marcelo-a-skansi-basta-de-contaminar-el-río-areco-carmen-de-areco esto no solo serviría para esta localidad. Se podría utilizar en distintas Localidades, Provincias y… Porque no en Nación de ser posible su implementación.

Los detergentes producen espumas y añaden fosfato al agua (eutrofización).  La mayoría de detergentes tiene un gran impacto ecológico. La presencia de los fosfatos en las aguas de los ríos provoca la proliferación de algas, ósea que las algas crecen y se reproducen sin control. Cuando estas mueren, las bacterias las descomponen en un proceso que consume gran cantidad de oxígeno disuelto en el agua, el cual es necesario para la vida acuática en general. Al agotarse el oxígeno los otros seres acuáticos también mueren y como resultado de esto, los ríos  quedan contaminados al disminuir el poder autodepurado y dificultar la actividad bacteriana.
El tono verdoso del agua de los ríos es un indicador de contaminación por las sustancias de los detergentes. Las aguas eutrofizadas no son aptas para el consumo humano si no reciben un costoso tratamiento.

Este problema, lo vengo denunciando desde el año 2006, cuando tome unas muestras de agua y una de ellas dio que tenía 1,12 ppm de fósforo.

Prevenir la contaminación en ríos es algo que debería haberse empezado a hacer hace ya mucho tiempo. Porque es vergonzoso el estado de muchos de los ríos, sobre todo los cercanos a las ciudades.

La importancia y trascendencia de los humedales artificiales, radica fundamentalmente en que son una alternativa viable y sustentable para la depuración de aguas residuales de tipo industrial, agropecuaria y doméstica. Su implementación tiene un menor costo en comparación con los sistemas de tratamiento convencional, son amigables con el entorno paisajístico, no generan subproductos nocivos y se adaptan a las condiciones tanto climáticas como urbanas de Argentina. 

La única forma de evitar la contaminación en ríos es ejerciendo un estricto control sobre los vertidos industriales, con sanciones acordes al daño producido, e incluso el cierre de las mismas. El uso de agroquímicos contamina en gran medida los ríos, por lo que es urgente la sustitución de anticuados métodos de fertilización y control de plagas con nocivos venenos, por la práctica de una agricultura ecológica y saludable para todos.

Merecer el río significa saber hacer uso de él, amarlo, amar sus habitantes, su medio y fundamentalmente desear que nunca deje de ser lo que es hoy, para nuestros hijos y nuestros nietos; y actuar en consecuencia. Merecer el río significa respetar las reglamentaciones, educarse para adoptar una actitud que contribuya a mejorar las condiciones del mismo.

La lucha por el saneamiento es una batalla contra la corrupción, la burocracia, la incapacidad, la apatía y la mentira; es en definitiva una lucha emblemática contra la mediocridad. El agua es un don que la naturaleza ofreció a la vida y a cada uno de nosotros. El 70% de nuestro cuerpo está compuesto de agua. Por ser todo esto, el agua constituye una de las metáforas más significativas de lo Divino que está en nosotros y en el universo y de la sacralidad de toda la vida. ¿Cómo cuidarla y no luchar por ella? 

Cristián Frers – Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social (Periodista).