El amor por la danza, más el tesón de sus padres y la invalorable ayuda de los profesores, hizo que dos pequeños talentos volcaran su aprendizaje hacia la danza flamenca..

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Los pequeños Máximo (7) y Gertrudis (4) Oviedo, brillaron en la gala de cierre de los Talleres Libre Municipales, como parte de su show, en representación del Instituto Iberoamericano de Danzas, con el aporte de los profesores Nicolás Gordillo y Peluza Díaz, en el Teatro de la Ciudad.

Como sus genes vienen de tierra netamente artísticas, los pequeños rápidamente comulgaron con ese sabor de artistas que les inculcaron sus padres Claudia Salvatierra (santiagueña) y Pablo Oviedo (cordobés).

Estos destacaron la labor que realizan los profesionales, “quienes desde un primer momento supieron apreciar los dotes de nuestros hijos”, dijeron orgullosos.

Máximo y Gertrudis, a la hora de actuar no necesitan ningún incentivo, porque “a la danza la llevan en la sangre”, y tan es así que recibieron muchos elogios después de cada actuación, que realizaron en diferentes escenarios de la ciudad.

Los pequeños sobresalieron en su baile, porque “los profesores que tienen son unos excelentes profesionales, por lo cual nos llena de orgullo que ellos sean los que encaminan a nuestros hijos”.

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