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Los cinco métodos más crueles usados para despedir empleados en el Estado

En diciembre se registraron casi 2000 despidos en el área pública..



Durante diciembre fueron despedidos 1904 trabajadores del sector público de acuerdo a un informe realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA). El testimonio de algunos empleados despedidos muestra que el gobierno utilizó mecanismos crueles para informar los despidos.
 
 
Leer en público su propio despido
 
A un trabajador de Fabricaciones Militares en Beltrán (Santa Fe) le dieron para leer la lista de los despedidos. En una asamblea, fuera de la planta, leyó los nombres y cuando llegó al final se dio cuenta que también estaba en la lista. No pudo evitar el llanto.
 
 
Se enteran del despido por el identificador de huellas digitales
 
En Radio Nacional despidieron a 16 trabajadores. A ellos no les avisaron por telegrama, tampoco los llamó ningún jerárquico, ni les leyeron una lista. Si a los que apoyaban el dedo en la pantalla dactilar de ingreso, el visor le respondía con "Fuera de sistema", el empleado estaba despedido.
 
 
Les comunican que no están despedidos, si no que "no les renovaron el contrato"
 
A los trabajadores de Radio Nacional los humillaron en la red social Twitter. Luego de ser echados por el sistema de huellas dactilares, desde el Sistema Federal de Medios Públicos -que dirige Hernán Lombardi- les anunciaron que no estaban despedidos, si no que "no les renovaron el contrato".
 
Se enteran por un comunicado en la puerta
 
A los trabajadores de la planta de Fabricaciones Militares de Azul (FanAzul) nadie les dio la cara. El interventor de la Dirección General de Fabricaciones Militares (DGFM), Luis Riva, anunció el cierre de la planta por radio. Los empleados se encontraron con un cartel en la puerta que decía que "evaluarían sus actividades técnicas". Horas más tarde se enteraron que no les renovarían el contrato.
 
Los despide la policía
 
En Quilmes, un grupo de Policías despidió a un grupo de trabajadores. Se pararon en la puerta de ingreso y les impidieron el paso. El problema es que algunos empleados llegaron temprano y debieron ser desalojados de forma violenta por los policías remolones, según contó la CTA de Provincia de Buenos Aires. En Quilmes hubo una ola de despidos que alcanzó a 500 trabajadores en los últimos días y que afecta a las áreas de limpieza y medio ambiente, entre otras áreas. Fuente: El Destape