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El mensaje del papa Francisco por el día de los Reyes Magos

El Pontífice brindó una misa en la Basílica de San Pedro frente a más de 5 mil fieles..



El Papa brindó este sábado la tradicional misa de Epifanía en la Basílica de San Pedro, donde dio un mensaje especial con varias reflexiones en un día en el que en el mundo cristiano se celebra la llegada de los Reyes Magos.

Francisco aseguró que “el dinero y el éxito son estrellas fugaces que despistan” y criticó la “tentación de los sacerdotes que se quejan pero no hacen el bien”.

“Podemos preguntarnos qué estrella seguimos en la vida. Hay estrellas deslumbrantes, que despiertan emociones fuertes, pero que no orientan en el camino“, planteó el Pontífice tras recordar a la tradición cristiana de los tres Reyes Magos que “ven la estrella, caminan y ofrecen regalos”.

“Melchor, Gaspar y Baltasar fueron a adorar a Jesús por un camino que exigía el esfuerzo diario de la marcha, un largo viaje que aplicado a la vida de las personas puede servir para que se liberen del peso inútil y de la fastuosidad gravosa, que son un estorbo y acepten los imprevistos que no aparecen en el mapa de una vida tranquila”, sostuvo el líder religioso.

“Esto es lo que sucede con el éxito, el dinero, la carrera, los honores, los placeres buscados como finalidad en la vida. Son meteoritos: brillan un momento, pero pronto se estrellan y su brillo se desvanece. Son estrellas fugaces que, en vez de orientar, despistan“, agregó.

Frente a más de 5.000 fieles, Francisco advirtió además sobre “la tentación de los sacerdotes y de los escribas”.

“Ellos conocen el lugar exacto y se lo indican a Herodes, citando también la antigua profecía”, sostuvo el Papa, que este domingo bautizará a 34 niños en la Capilla Sixtina del Vaticano. “Se habla, pero no se reza; hay queja, pero no se hace el bien“, añadió.

La celebración comenzó a las 10 de la mañana (hora local), después de que el Pontífice se dirigiera en procesión hasta el altar mayor de la basílica vaticana.

El Papa concluyó la misa, que duró hora y media, con un beso a una imagen del Niño Jesús.