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Aumentó un 30 por ciento el valor de la consulta médica

Lo comunicó el Consejo de Médicos, a través de la Resolución N° 175/17, y rige a partir de enero en todo el territorio provincial. Los nuevos aranceles se fijaron en base a los que establece a nivel nacional el Consejo Federal de Entidades Médicas Colegiadas. La consulta nocturna a un especialista, a domicilio, casi llega a los 1.000 pesos..



Producto del contexto inflacionario, la “consulta médica mínima ética” en la Provincia experimentó una suba de 100 pesos en todos los aranceles, lo que redondea casi un 30 por ciento.

“El acto médico es una actividad de evaluación diagnóstica y pronostica, de prescripción de estudios y/o ejecución de medidas terapéuticas, relativa a la salud de las personas, grupos o comunidades, ejercida por un médico con libertad de decisión y con el consentimiento del sujeto o de la población”.

Tal es la definición que recuerda el Consejo de Médicos de la Provincia para aclarar que “la consulta médica, la solicitud de estudios, la realización de recetas, entre otros, son actos médicos y deben ser reconocidos con la retribución de un honorario ético al profesional ejecutor”.

El valor de las consultas se divide en dos grandes grupos que dependen de si el médico cuenta o no con una especialidad. El detalle de los precios vigentes para este año en el primer caso es el siguiente: la consulta diurna, 600 pesos; la nocturna, 700; consulta diurna a domicilio, 800; y la consulta nocturna a domicilio, 900 pesos.

Cuando el médico no posee una especialidad, es decir, es un “generalista”, los costos se abaratan en 150 pesos para cada uno de los aranceles (alrededor de un 35 por ciento menos). Así, la consulta diurna llega este año, contabilizando el aumento, a 450 pesos; la nocturna, 550; consulta diurna a domicilio, 650; y la consulta nocturna a domicilio, 750 pesos.

Cuando el paciente concurre al médico sin estar afiliado a ninguna obra social o empresa de seguro médico prepago, esto es, de forma “particular”, usualmente debe abonar un costo que la mayoría de los profesionales establecen a partir de la tabla de valores vigente de la “consulta médica mínima ética”.