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Francisco nos llamó y nos dio otra luz de esperanza, dijo Graciela Ledo

“Para nosotras fue una gran sorpresa; escuchar por teléfono una voz diferente, que al principio no reconocimos, pero cuando nos saludó y nos dijo ‘soy Francisco, el Papa’ fue mucha la emoción”, relató Graciela Ledo..



Al conocer que el obispo diocesano Marcelo Colombo se entrevistaría la semana pasada en el Vaticano con el Papa Francisco, Marcela y Graciela Ledo, esta última, hermana de Alberto, le pidieron que le entregara una carta. En ella detallaron las circunstancias de la desaparición, las demoras judiciales, las dilaciones de quienes sucesivamente tuvieron a su cargo la causa o alguna responsabilidad desde otros ámbitos, la angustia y la esperanza en torno a la necesidad de encontrar respuesta por parte de la Justicia. Describieron los innumerables pasos en un camino doloroso inspirado por el amor, la memoria y la búsqueda de la verdad; una herida siempre abierta que encontró motivo para persistir en el valor de la vida a través de la solidaridad y el compromiso.

“La Justicia cuando es lenta, no es justicia. Hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance, reunimos todos los elementos, y todavía no logramos ir a juicio”, explicó Graciela en diálogo con EL INDEPENDIENTE. “Por eso recurrimos al Papa y le pedimos su intermediación, su acompañamiento. También su ayuda espiritual, porque siempre es necesario tomar fuerzas para continuar”, agregó.

Y Francisco respondió. Tan pronto que fue una verdadera sorpresa. El sábado, a las 13:30 el teléfono sonó en casa de los Ledo y el Papa se presentó humildemente. “Nos dijo que leyó la carta y que se había interiorizado sobre la causa, que hizo entrega de la misma a quien dentro de su equipo tiene a su cargo este tipo de gestiones”. El Pontífice les expresó, además, su apoyo y les pidió unirse en oración.

La emoción de las dos mujeres fue mucha, un hecho “emotivo y movilizador que nos dio otra luz de esperanza, el Papa es una figura internacional enorme y confiamos en que su intervención va a ser favorable para que lleguemos a juicio”, dijo Graciela.

“Todavía existen presiones y creemos que Milani conserva cierto peso por contactos previos en la Justicia y por su rol en Inteligencia del Estado, no obstante, no perdemos la esperanza, pedimos cárcel para todos los responsables. Hablar con el Papa renovó nuestra fuerzas”, aseguró. Graciela no olvidó reconocer con gratitud el apoyo de la gente, de numerosos organismos y organizaciones sociales: “no nos sentimos solas”, manifestó.