Iba de copiloto en un avión militar y se eyectó porque entró en pánico
Durante un vuelo de prueba en Río Tercero, Córdoba, un ingeniero que viajaba como copiloto entró en pánico por un desperfecto y se eyectó de un avión militar..
El piloto, por otro lado, continuó viaje hasta la base militarcordobesa y, una vez en tierra, dio aviso de la situación. En menos de una hora, personal de Defensa Civil encontró al copiloto y lo rescató.
La insólita situación ocurrió ayer y tuvo como protagonista a Renato Juárez, un ingeniero de 41 años que realizaba un vuelo de mantenimiento de un avión Pampa. En un momento del viaje, se desprendió la cúpula de la aeronave y, aparentemente, el hombre tuvo un ataque de pánico al quedar expuesto en un avión que puede alcanzar los 600 kilómetros por hora de velocidad.
El avión en el que viajaba el ingeniero que se eyectó tiene una cabina biplaza pero en medio del viaje, la cúpula se desprendió.
En ese momento, tomó la extrema decisión de accionar el asiento eyectable y literalmente salió volando. Se salvó de milagro: pudo utilizar el paracaídas de emergencia y caer sobre un maizal de dos metros de alto que aminoró el impacto. Después, salió caminando hacia una zona rural más despejada y fue visto por un chacarero.
"Está bastante golpeado pero no se le veían fracturas. Fue trasladado al hospital de Almafuerte y luego al de Río Tercero. Lo pude ver ayer a la tarde y ya hablaba, sonreía, estaba en buenas condiciones", informó Diego Carinci, Director de Defensa Civil, una de las personas que comandó el operativo de rescate en cuanto el piloto informó lo que había pasado.
Para encontrarlo enviaron dos aviones que ubicaron al copiloto y enviaron las coordenadas a varios móviles de Defensa Civil y Policía que se acercaron a constatar el estado de salud del hombre. "Fue rescatado con un helicóptero que vino de Córdoba", agregó Carinci.
El avión que tuvo el desperfecto fue un IA-63 Pampa, un tipo de aeronave de entrenamiento argentino, monomotor de alas rectas altas y que empezó ser utilizado por la Fuerza Aérea en 1984. Por el diseño de la cabina, el piloto y copiloto deben sentarse en tándem, es decir, uno delante del otro.