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El sangriento genocida Luciano Benjamín Menéndez fue condenado en La Rioja

Repasar el desempeño de la carrera militar de Luciano Benjamín Menéndez permite valorar la verdadera trascendencia histórica de los juicios que en La Rioja lo tuvieron como uno de los principales acusados y condenados, en 2012, 2013, 2014 y 2016. En 2017 se suspendió el juicio en su contra por el asesinato de Wenceslao Pedernera. Uno de los más sangrientos genocidas de la historia argentina falleció hoy a los 90 años de edad..



Se trata del represor con más condenas a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad. Luciano Benjamín Menéndez, alias “Cachorro”, alias “Hiena”, fue comandante del Tercer Cuerpo del Ejército desde 1975 a 1979, repartición con epicentro en Córdoba pero que abarcaba a diez provincias del Noroeste y Cuyo. Su jurisdicción comprendía Jujuy, Salta, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, San Luis, Córdoba, Santiago del Estero y Tucumán. También tuvo el control de las Fuerzas Armadas y de Seguridad en el territorio de la zona 3. Fue responsable de todos los campos de concentración que funcionaron en las provincias que abarcaban el III Cuerpo, entre ellos La Perla, a 15 kilómetros de Córdoba por donde pasaron más de 2.200 personas durante la dictadura. Supervisó y dirigió personalmente las torturas y los fusilamientos.

No fue beneficiado por la Ley de Obediencia Debida y se hallaba inculpado en cerca de 800 causas. En 1988 fue procesado por 47 casos de homicidio, 76 de tormentos, 4 de ellos seguido de muerte y 4 sustracciones de menores, la Corte Suprema lo desprocesó entonces en conformidad con la Ley de Punto Final, pero quedaron algunos procesos pendientes. En 1990, Menem lo indultó días antes de que se iniciara el juicio en su contra. En 1998 creó un partido fascista llamado Nuevo Orden Republicano, que actualmente se reúne en la ciudad de Córdoba.

Fue implicado por causas de desaparecidos italianos y fue procesado en España. El juez Garzón envió a las autoridades argentinas una orden de detención contra él y otros. A mediados de 1998, se reabrió una causa penal por 30 fusilamientos y asesinatos de presos políticos cometidos en 1976. Menéndez fue detenido por unos días, por negarse a declarar en esta causa, pero fue dejado en libertad a los pocos días. Desde entonces, ha habido denuncias de amenazas a testigos.

Implicado en la llamada “Masacre de Las Palomitas”, una serie de asesinatos ocurridos en julio de 1976 cuando fueron fusilados doce detenidos en Salta, fue partidario acérrimo de que Argentina entre en conflicto con Chile, Menéndez afirmó “Si nos dejan atacar a los “chilotes”, los corremos hasta la isla de Pascua, el brindis de fin de año lo haremos en el Palacio de la Moneda y después iremos a mear el champagne en el Pacífico”.                   

Aún en los primeros años de democracia el ex general se manejaba con absoluta impunidad, cuando a la salida de Canal 13 de Buenos Aires luego de participar de un programa televisivo junto a Bernardo Neustadt, Menéndez quiso atacar cuchillo en mano, a un grupo de manifestantes que lo aguardaban y entre los que se encontraban las Madres de Plaza de Mayo. La imagen tomada en agosto de 1984 fue reproducida por medios de todo el mundo. En 2003 hubo un incidente similar en Córdoba, cuando amenazó con una sevillana a un grupo de estudiantes que lo reconoció en una playa de estacionamiento.

Uno de los más sanguinarios genocidas de la historia argentina fue también juzgado y condenado en La Rioja con prisión perpetua y cárcel común por los asesinatos de los curitas de Chamical, Gabriel Longueville y Carlos de Dios Murias, en 2012. También en esta provincia en 2013 fue condenado a 20 años de prisión por privación de la libertad y tormentos cometidos en 1977 contra un grupo de docentes y agricultores. Y en 2014 fue condenado a perpetua en cárcel común por el asesinato de Monseñor Angelelli.  En 2016, en La Rioja y en el marco de la Megacausa, fue nuevamente condenado a prisión perpetua, como principal responsable del homicidio de Adán Díaz Romero e imposición de torturas.

En noviembre de 2017 el juicio que debía comenzar en su contra por el asesinato de Wenceslao Pedernera cometido en Sañogasta, fue suspendido.