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Se cumplen 15 años del descubrimiento de la quinta cavidad cardíaca ¿camino al Nobel …?

Se cumplieron quince años, el sábado desde que los médicos Luis De la Fuente y Simón Stertzer, cardiólogos intervencionistas (el segundo de EE.UU). pero ambos con funciones en Stanford, California, en USA, y Adrián Barceló, cardianatomista, descubrieran la real estructura del seno coronario, conocida como "la quinta cavidad cardíaca", con fuerte impacto nacional e internacional. El anuncio a la prensa nacional se realizó el 24 de febrero de 2003..



Barceló, quien colaboró con el premio nobel de Química 1970, el argentino Luis Federico Leloir, es profesor titular de Anatomía de la Universidad Barceló y fue presidente de la Asociación Argentina de Anatomistas.

Además, los científicos argentinos descubrieron un nuevo marcapaso cardíaco fisiológico (o nuevo nodo cardíaco) en esa zona posterior del corazón, responsable del ritmo del seno coronario, y que el seno coronario se puede contraer así como que posee actividad eléctrica y neuronas propias especializadas en generar impulsos eléctricos (distintas a las células P del nódulo sinusal) y otras células musculares especializadas en transmitirlo.

El seno coronario (SC), tradicionalmente considerado  como una gran vena cardiaca receptora de sangre es mostrada así, de acuerdo a sus características anatómicas como: una verdadera cámara cardiaca con su endocardio, miocardio estriado (músculo), epicardio, y un sistema de conducción específico relacionado a la aurícula derecha llamado haz atrio-sino-coronario o haz de Barceló-De la Fuente que está relacionado con el haz de Bachman así como un grupo de linfáticos propios.

Además, descubrieron, el médico riojano y el médico anatomista ligado a la provincia por la universidad, que en la agenesia del seno coronario podrían explicarse alguna causal de las comunicaciones interauriculares en los niños.

Ahora, De la Fuente y Barceló están investigando el origen de los latidos cardíacos en el corazón y creen que puede encontrarse en esta cavidad, que en el embrión es una tercera aurícula, y la creación, en otro orden, de órganos por bioingeniería de tejidos así como la invención de una válvula cardíaca a partir de células madre de la piel del propio paciente.

El seno coronario es también un foco eléctrico de ciertas arritmias (trastornos del ritmo cardíaco) que hasta ahora no tenía el sustrato anatómico evidenciado de forma óptima.

Por Héctor de la Fuente Primer corresponsal de la Sociedad Argentina de Periodismo de Medicina- Ex vocero científico honorario del descubrimiento