Diario El Independiente || Edición Digital
Skip to main content

Procesaron al profesor de danza acusado de abuso en Aimogasta

AIMOGASTA (C). La Justicia ordenó procesar por el delito de “abuso sexual agravado” a Ramón Aguirre, quien en septiembre del año pasado había sido denunciado por supuestamente abusar de una menor de 13 años. El hecho habría ocurrido en la academia de danza, en donde el acusado ejerce como profesor. Asimismo, se le fijó un embargo de 100 mil pesos, aunque se le otorgó la excarcelación..



Según pudo conocer EL INDEPENDIENTE, el pasado seis de marzo, el juez de Instrucción de la IV Circunscripción Judicial, el doctor Raúl Gustavo Díaz, resolvió procesar a Ramón Eduardo Aguirre, por el supuesto delito de “abuso sexual agravado (por ser guardador de la educación”, en contra de una menor de 13 años. El aberrante hecho fue denunciado en septiembre del año pasado y habría ocurrido en la academia de danza, propiedad del imputado, de donde la víctima era alumna.

Asimismo, en la misma resolución judicial, se ordenó el embargo de los bienes de Aguirre por la suma de 100 mil pesos.

Sin embargo, el punto que generó controversia, fue que el juez de Instrucción le otorgó al imputado “el beneficio de la excarcelación”, aunque con restricciones, como por ejemplo el fijar y mantener un domicilio en la ciudad, y la obligación de presentarse en el Juzgado durante la primera semana de cada mes para constatar su situación.

Vale recordar que, desde que se dictó la imputación y la posterior prisión preventiva del acusado a fines del año pasado, sus diferentes abogados defensores presentaron recursos para obtener su excarcelación, en reiteradas oportunidades, los cuales habían sido denegados por la Justicia, hasta que días atrás se le concedió la libertad provisoria.

 

Aberrante hecho

La denuncia en contra del profesor de danza, generó gran conmoción en su momento, puesto que la academia en donde se habría producido el abuso, era muy conocida y concurrida. En la presentación, la víctima había relatado que Aguirre, luego de una clase, la separó del grupo de alumnos y la llevó hasta una habitación en donde le vendó los ojos y comenzó a tocarle sus partes íntimas, para luego quitarle la ropa y sacarle fotos.