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El jugador y entrenador Marcos Barrera exportó su talento a España

El riojano Marcos Barrera (22), decidió un día dar un gran paso en su vida profesional y cumplir el sueño de jugar al hándbol en Europa. Tras una propuesta de trabajo no dudó, cargó su mochila y se fue a dirigir a las inferiores y jugar en la primera del Club Hándbol Matorell de la Liga Catalana..



El joven riojano, accedió a una charla con la página “opinalarioja”, y en ella abordó desde su mirada, el futuro de la disciplina en La Rioja, contó sus vivencias, su experiencia y lo que significa este nuevo desafío.

“En La Rioja, hay mucha energía y excelente material humano para trabajar” pero  subrayó que la clave “está en la educación, porque en España los clubes van a las escuelas a enseñar y a seleccionar jugadores”.

Aquí la entrevista completa.

¿Cómo es vivir en España, como es tu día?

“Llegué a España en noviembre de 2017 por un amigo,  Agustín Bou, quien fue en 2016 a dar una clínica de  hándbol en la Pío XII y por mi forma de entrenar y por la energía que aportaba le gustó”.

“Después seguimos el diálogo y forjamos una buena amistad de entrenadores. Un día me dijo que necesitan entrenadores jóvenes con muchas ganas de trabajar y pensó en mi”.

“Aquí, tengo días muy pesados y otros más tranquilos, como entrenador es lo que más me ocupa. Lunes, martes, jueves y viernes doy clases desde las 12 hasta las 21 y después sigo entrenando en el equipo”.

“Los fines de semana  son muy exigentes, porque como entrenador se me complica un poco con los horarios y estoy para todos lados, es poco común tener día libre”.

¿Que cosas se extrañan?

Se extraña a la familia, estar tan lejos cuesta, pero  hay momentos en que la cabeza te hace un clic, quieres superar tu techo y te das cuentas que quieres seguir creciendo. Es un paso muy grande que voy a disfrutar y una experiencia de vida que me va a cambiar la cabeza el día que vuelva a Argentina, si vuelvo.

¿Estás llevando chicos a jugar en España?

Dirijo una categoría que se llama “Alevín”,  son chicos de 8, 9 y 10 años y la verdad que los disfruto mucho,  se aprende demasiado con los más pequeños. Con el apoyo de un gran colega --amigo como Pablo Toledo-- pudimos traer a España tres jugadores de  hándbol y dos de fútbol, chicos que les  estamos cumpliendo un sueño y eso nos hace muy feliz.

¿Qué se siente jugar a cancha llena?

Es muy bueno, te da un plus enorme en momentos decisivos. Hace unos días jugamos contra otro equipo de Barcelona y nuestros objetivo es no descender y es lindo ver a las familias de los chicos que dirijo en las gradas alentando.

¿Qué necesita La Rioja  para que este deporte crezca?

Todo pasa por la educación. En  España, cada pueblo tiene su club y cada club está metido en las escuelas, donde todas tienen su comedor, los chicos pagan muy poco para quedarse a comer y después los clubes dan las clases y seleccionan jugadores.

La localidad de Martorel tiene 30 mil habitantes solamente y nuestro club tiene 25 equipos. Creo que si empieza a forjar una muy buena raíz se darán muy buenos frutos en La Rioja, allá hay mucho futuro para el hándbol  porque sobra la energía y para trabajar hay gran material humano.

¿Cuáles son tus otras pasiones?

Mis otras pasiones es estar con mis amigos y el fútbol. Soy loco del fútbol, me gusta ver Barcelona y madrugo para ver a Boca.

¿Cuales son tus ídolos?

Tengo un solo ídolo, Lio Messi, y después tengo ejemplos, como trabajador  a mi padre (Marcelo Barrera); en el estudio y lucha a mi madre (Graciela Grasselli)  y abuela; y en el aspecto deportivo tengo muchísimas personas.

¿A quiénes agradecerías por este momento?

Agradezco a mis padres, son la fuente de energía más grande que tengo, son personajes que van a estar incondicionalmente siempre a mi lado y gracias a ellos estoy cumpliendo esta oportunidad. Se me llenan los ojos de lágrimas cuando hablo de mis padres porque son dos grandes y buenas personas para mí.