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Miguel Bravo Tedin presenta Cronicones Riojanos

El historiador Miguel Bravo Tedín presenta hoy a las 19:30 en el Club Social su libro “Cronicones riojanos”. Una recopilación de 65 relatos de hechos notorios en tono de humor. “En este libro no hay cronicón que no tenga una parte graciosa y humorística”, anticipa el autor que además declara “La historia no es aburrida, nunca lo fue. Pertenecer a la Academia de la Historia me ha hecho poner en contacto con historiadores que son la quinta esencia del aburrimiento”..



A su prolífica obra, Miguel Bravo Tedín suma “Cronicones riojanos”, en la que fiel a su estilo, rescata hechos relacionados a la historia de La Rioja y sus personajes. “El diccionario dice que el cronicón es una crónica breve y eso son. Es decir, en una o dos hojas van mostrando a lo largo de la historia hechos notorios, hechos simpáticos, graciosos”, explicó a El Independiente.

“Algunos he encontrado en diarios viejos y otros en lectura de libros muy lindos, como el que escribió Eugenio Giacomelli “Otras Riojanadas” sobre personajes de La Rioja. El además de ser científico, escribió sobre personajes del año 20 muy populares como “El rey de los ladrones” u otra crónica de Fernández Zárate sobre la historia del periodismo en el siglo XIX. Al hablar de uno de los periodistas riojanos, dice que el hombre escribía el diario, lo imprimía, los distribuía casa por casa y luego volvía y comentaba a sus lectores qué le pareció las noticias y si no las había leído él mismo se las leía. Lo único que le faltaba es que se mandara cartas de felicitación. Toda esa historia de la que estamos plagados como la de César Reyes que era un libre pensador, inteligentísimo y buen abogado, debajo de su nombre en su casa decía librepensador. Después se fue a vivir a Rosario, sus papeles se vendieron y fueron a parar a un basurero. El 99 por ciento de los cronicones tienen que ver con La Rioja. El cronicón es una crónica breve, en cambio la crónica tiene muchas páginas. Arturo Capdevilla los escribe en su momento y son muy graciosos, pero eran muy largos”, puntualizó el autor.

Para describir cómo se desarrolla la publicación, Bravo Tedín señaló que “como alguna vez hice “Por aquí pasaron” en El Independiente, es tomar en broma hechos como por ejemplo cuando viene Ramírez de Velasco con toda su tropa y al entrar a La Rioja va contando que llegan a la plaza y había una manifestación de AMP y un cacique de nombre Rogelio. Al otro día de haber sido recibido con tanto entusiasmo por los riojanos es que funda la ciudad de La Rioja. Es una crónica en broma, humorística. No son temas de largo aliento. Creo que son chispazos. Hablan también de política, los que se hicieron ricos, del primer corrupto que hubo en La Rioja y el despotismo que se inicia con Ramírez de Velasco. Prácticas que nos siguen molestando, pero tienen una vigencia de más de 400 años”.   

Sobre su siempre presente objetivo de acercar al lector a hechos históricos, el historiador explicó que “creo que son para que la gente lea historia con una sonrisa. No hablar de historia pesadamente. Los últimos tiempos he leído libros que se me caían de las manos. Los historiadores no comprenden que con toda la avalancha de medios gráficos y demás, no podés caer con libros que estarán muy bien documentados, pero son aburridos. Y la historia no es aburrida, nunca lo fue. Pertenecer a la Academia de la Historia me ha hecho poner en contacto con historiadores que son la quinta esencia del aburrimiento. Creen que la historia es algo solemne que muestra hechos gigantescos cuando los hechos del ser humanos son normales, cotidianos, y que si la ves con una mirada cariñosa te da para hablar mucho”.

“Comienzo y termino el libro de forma distinta. Al final incluyo una larga entrevista que hace unos años le supe hacer a don Herminio Torres Brizuela que cumplió su ciclo como gobernador, pero fue de los pocos que no metieron la mano en la lata, le gustaba la cultura e iba a todos los actos. Cuando muere en el Archivo Histórico hubo una silla vacía para él, que además era muy amigo de Félix Luna, un hombre muy querible. Era descendiente del lugarteniente de Quiroga, del Zarco Brizuela, era de Los Llanos, con el carné de periodista número 1, dirigió diarios como El Zonda, un hombre lleno de actividades y con mucho cariño a La Rioja. Lo grabé varios días, un día dejó de venir y lo habían llevado a Córdoba donde se murió. Es decir, es casi un testamento político del más querible y más honesto gobernador que ha tenido La Rioja. Lo incluí porque es una suerte de homenaje a este hombre. El tenía una sección que se llamaba El gordo de la esquina, en uno habla de las condiciones que tiene que tener un ciudadano para aspirar a ser diputado como que sepa a leer y escribir y comienza a burlarse de estos políticos improvisados la mayor parte, que por poco no saben ni leer ni escribir. El libro empieza entonces con humor y termina con esta biografía de un personaje muy interesante”.

“No se trata de instancias definitorias de hechos de la historia, es para mostrar la historia amable de La Rioja. Lo he querido hacer rescatando pequeñas anécdotas. Acá hay varios que las han cultivado perfectamente como Apusho del Moral que vio pasar la historia de La Rioja detrás de un vaso de vino tinto. No fue un protagonista sino un espectador, cínico, vago y con tiempo de estar todas las mañanas mirando lo que pasaba en La Rioja. Lo grabé y dejé de preguntarle cosas cuando se nos acabó el vino”, concluyó.

Cronicones Riojanos puede adquirirse en Kiosco Matías.