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Iniesta se va a China y Messi será el CEO del Barcelona que viene

De la época fundacional del imperio en la gestión Rijkaard-Guardiola sólo quedan Piqué, Busquets y el argentino..



Lo oficializará el sábado, después de la final de la Copa del Rey con Sevilla en el Wanda pero ya se sabe: Andrés Iniesta jugará tres años en el fútbol chino. El club que lo contrata, lo único que aún se mantiene en secreto, le pagará una fortuna, patrocinará las escuelas deportivas del jugador y le comprará la cosecha de su bodega durante 10 años. Es el final de la vieja guardia del Barcelona. Primero fue Xavi, ahora Iniesta. Corazón y cerebro de un equipo fabuloso. Quedan Piqué, Busquets y Messi de la época fundacional en la gestión Rijkaard-Guardiola. El Barça debe reinventarse. Y Messi tendrá voz y posiblemente voto.
 
Una anécdota nunca desmentida cuenta cómo fue la última renovación de contrato del rosarino. Messi y su padre se sentaron en el despacho del presidente Bartomeu. Leo dijo:“hay que hacer un equipo campeón”. se levantó y se fue. de dinero habló su padre. El Barça había perdido a Neymar a manos de los bucaneros qataríes del PSG. Así llegaron Dembelé, Paulinho y más tarde Coutinho, fichajes que todavía no amortizaron el golpe de chequera y por lo que está cuestionado Roberto Fernández, el hombre encargado de las altas y las bajas. También su superior, Pep Segura. Y por eso se habla de que Jordi Cruyff, el hijo del gran Johan y ex futbolista del club que acaba de terminar su contrato en el Maccabi Tel Aviv, podría ser el próximo secretario técnico.
 
Es sabido que Messi levantó el pulgar a la designación de Jorge Sampaoli en la Selección y de Ernesto Valverde en su club. Ahora, más que nunca, será escuchado. El Barça será campeón de la Liga pero dejó malamente la Champions, eliminado por la Roma. Esas cosas tienen consecuencias: desdibuja el logro local y obliga a la revancha el próximo año. Está visto que con un plantel reducido, sin tanta calidad individual como parece y encima sin su estratega, habrá que salir al mercado.
 
Fuera de la cancha Messi es como es dentro: parece, siempre parece. Camina porque está por salir disparado, mira a un lugar porque piensa en otro. Engaña, amaga y resuelve. Afuera, parece mudo. No lo es. Habla poco, es cierto. Pero dice. Y tiene peso. Y del fútbol europeo sabe todo: las virtudes del lateral derecho del Legia Varsovia, los problemas del juego aéreo del Stoke City y el modo de relacionarse del técnico de Sampdoria.
 
Necesitados como están de una guía que no encuentran en sus escritorios, los dirigentes escucharán a Messi quien no piensa necesariamente igual a la crítica (española y/o catalana) sobre dónde hay que reforzar al equipo y quienes son los candidatos. Calla, como es su costumbre. Y hablará, sin decirlo, bajito, por dónde hay que ir. Fuente: Clarín