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Nuestro hombre en Pekín

Una de las experiencias que más recuerdo como docente en la UNLaR, fue explicar Aristóteles, en la ciencia griega, traducido del inglés, a alumnos chinos que estaban viviendo en la Universidad tratando de aprender español..



Por Carlos Liendro

Una de las materias que daba tenía que ver con la Filosofía. Ellos no cursaban conmigo, vinieron a escuchar mis clases por invitación de un docente amigo. Lo que más me llamó la atención fue cuando hablamos sobre qué conocían de los griegos. De esa Grecia, cuna de la civilización occidental y principalmente desde el siglo V (antes de Cristo): su arte, su ciencia, sus conquistas, la democracia de Pericles. Conocían muy poco y casi nada había sido traducido. Hasta que llegamos al tema de la religión. Las caras de los alumnos (que sí cursaban la materia) eran de gran asombro, cuando se enteraban que no conocían a Jesucristo. Y aumentaba sus gestos al enterarse que no se habían bautizado y que ni sabían de los rituales de la tradición católica. Era un aprendizaje asombroso de mi parte. Poner frente a frente culturas, creencias, ideologías de la humanidad, según hayan sido educados en algún lugar del globo. Si conocían la figura de Cristo, como podía ser la Buda y ahí conociendo a los griegos antiguos,  la de Sócrates: podían ser iguales.

Los antropólogos, los que estudian religiones comparadas y aquellos que hoy abordan las diversidades culturales tiene muchísimo para describir más en estos tiempos. China obtuvo su independencia en 1949, luego del fracaso de las negociaciones entre los nacionalistas y los comunistas,  Luego de años de guerra civil, triunfaron las fuerzas de Mao Tse Tung. Los nacionalistas representados por Chiang Kai Shek fueron expulsados a la isla de Taiwan. Allí no se pudo crear un polo de tensión como lo fue Corea (del Norte y del Sur). Pronto iba a comenzar lo que se conoció como ‘guerra fría’, y como siempre el mundo está al borde de una Tercera Guerra Mundial.

Pero los medios de comunicación no tenían la dinámica y la velocidad de hoy, que a pesar de estar concentrados en pocas manos, hay suficientes alternativas para informar. También me asombró que no conocieran mucho a su ‘padre de la patria’: Mao. Y menos la influencia que tuvo el maoísmo en el Mayo del 68 en Francia. Los estudiantes chinos, si no me equivoco, fueron llegando por tandas. Se ponían un nombre en español y con eso se presentaban. Algunos habían estado en otros países como Francia, Inglaterra. Venían para aprender el idioma, luego seguir una carrera y quedarse en el país. Era parte del convenio. Hoy cuando pregunto por alguno de ellos me dicen que está viviendo en La Rioja, en Buenos Aires y que se han casado en nuestro país.

Otra de las anécdotas que me quedan de ese grupo de jóvenes chinos, fue cuando encontré a uno en la terminal de Salta. Después de dar clases a La Rioja, aprovechaba a seguir al norte a dar otros cursos en Tucumán y Salta. Esa mañana los vi tomando algo en la terminal de micros. Estaba con estudiantes de medicina de la UNLaR, que me conocían. Los saludos, se pararon- con el respeto que los caracteriza- y me preguntaron que hacía por ahí. Les comenté lo de los cursos en Salta y directamente le dije a nuestro hombre de Pekín, un balbuceo de palabras en chino que había aprendido. Él me miró y me dijo: ¿cómo se dio cuenta que soy chino? en perfecto español. No pude ocultar mi carcajada, y sigo creyendo que no quiso decirme eso. Después llegó otra tanda de estudiantes. Estos ya no eran de Beijín (como fonéticamente pronuncian ahora). Eran de Shangai. Ahí supe más como los elegían para salir, cuantos fueron seleccionados y los objetivos para Latinoamérica como para África, de la presencia China. Los jóvenes que habían viajado y llegaron de Pekín, eran hijos de senadores del Congreso chino, hijos de médicos, del partido. Eso me llevó a la reflexión sobre el tema de la libertad en los países comunistas. Pero eso no pudimos completarlo en esas clases de filosofía: la importancia de la libertad, de la justicia en la distribución de la riqueza y de si allí también existían clases sociales.