El Día del Animal se celebró con el llamado a una tenencia responsable
Como hace varios años, la Asociación Protectora de Animales (APA) llevó a cabo en la plaza 9 de Julio el festejo por el Día del Animal, que en Argentina se conmemora los 29 de abril, una tradición que se remonta a más de un siglo. hubo desfile de disfraces, vacunación y desparasitación gratuita, sorteos y distintas alternativas de colaboración..
Con el caer de la tarde fueron llegando a la plaza numerosos dueños con sus mascotas, sobre todo perros y perras, la mayoría vestidos con simpáticos atuendos para participar del desfile. Unos cincuenta inscriptos le pusieron un marco de mucha ternura y agitada alegría a la celebración organizada por la APA La Rioja. Porque cada 29 de abril, fecha instaurada a partir de 1908 por Ignacio Lucas Albarracín, por entonces presidente de la Asociación Protectora de Buenos Aires, la sola existencia de los animales --que comprende también su complejo vínculo con el hombre-- es motivo de reflexión y de festejo.
Perros y perras pequeños y grandes, de raza y mestizos, con correa y muy predispuestos y sueltos, con dueños a la vista o atraídos –como ocurre siempre en la ciudad-- por la nutrida reunión de personas, los olores y ladridos, ganaron una de las cuadras del paseo y tuvieron oportunidad de recibir caricias, aplausos, alimento y cariño. Algunos, como Olafito (foto) que llegó orgulloso disfrazado de Mickey después de ser adoptado del Refugio de APA, recibieron premios por parte de un jurado más conmovido que exigente.
“Es un día que nos tomamos para reconocer y felicitar a los dueños responsables de animales, un respiro, porque el resto del año batallamos contra el abandono, la falta de castración, de cuidados y la crueldad”, sostuvo Silvia Meyer, titular de APA.
El respeto por toda forma de vida y la necesidad de una tenencia responsable es lo que más se intenta destacar en estas ocasiones. “Ha crecido el voluntariado para colaborar en favor de los animales --dijo Meyer--, pero también en nuestra sociedad se agudiza el abandono, el sufrimiento por negligencia, lo que habla de una debilidad en los vínculos”. Esa inmediatez, ese capricho, esa ausencia de compasión, hasta el extremo de la violencia, que tanto mal les hace. Y nos hace.