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Especialista recomendó control estatal en las dietas de escolares

La especialista en Nutrición, Myriam de Gorban, visitó días pasados La Rioja invitada por AMP, para exponer sobre “Seguridad y Soberanía Alimentaria”. En una entrevista con EL INDEPENDIENTE habló sobre control estatal en la distribución del apoyo nutricional en las escuelas, propiciar un cambio para eliminar la comida chatarra y optar por alimentos frescos y regionales..



Durante la entrevista, Gorban estuvo acompañada por el secretario general de la AMP, Rogelio De Leonardi, quien recordó que es la segunda visita que realiza a la Provincia, la primera fue en 2012. En esta oportunidad, se da en el contexto de la situación que se vivió recientemente en la escuela Nro. 37 del barrio de Pango, debido a la intoxicación del alumnado con alimentos que estaban en malas condiciones.

De Leonardi comentó que AMP se propuso “llevar ideas y aportes a las autoridades del Ministerio de Educación, porque hemos observado que se destinan $120.000.000 mensuales para alimentar a través de la Copa de Leche a más de 300 escuelas. En el gremio se realizó una reunión importante con docentes de distintas escuelas y nos dimos cuenta que tienen mucha creatividad  y no quisiéramos que esto se naturalice, ya que sólo por entregar 327 cheques a directores de escuelas implica un derroche. Si el Gobierno hiciera una compra comunitaria es más barato y puede tener el control en la calidad en los alimentos que se les brinda a los niños. La AMP declaró la emergencia alimentaria y nutricional en una asamblea de delegados”, acotó.

 

Soberanía alimentaria

 

Al consultársele a Myriam de Gorban sobre qué es la soberanía alimentaria, reflexionó que el sector campesino es el que produce el 70% de la alimentación en el mundo, son los que levantaron este nuevo concepto que supera la definición de seguridad alimentaria, es decir “no basta que el alimento sea de calidad e inocuidad, como nos enseñaron desde el punto de vista bromatológico, importa saber si se tiene acceso a la alimentación, para saber quién lo produce, cómo lo produce, en qué tierra y en qué condiciones se hace ese alimento”.

Tomando como ejemplo la intoxicación ocurrida en la escuela de Pango, Gorban expresó “si mandamos un paquete (en este caso las maicenitas) con todas las certificaciones que acá se han dado, pero no sabemos cuál era la fábrica que las elaboró, porque hasta tenía un domicilio falso, si perdemos ese control, que es responsabilidad del Estado, entonces estamos en problemas”, acotó.

Recordó que “cuando vine en el 2012 estaban con el programa Nutriditos que felizmente han abandonado, y de acuerdo a lo que señalan los organismos internacionales los alimentos que están altamente industrializados y procesados, son responsables de una epidemia de obesidad, mal nutricional, y no podemos decir que estamos bien comidos, sino todo lo contrario”.

Agregó que el programa Nutriditos “entre sus componentes marcados en la etiqueta, estaba la lecitina de soja y colorantes. Es decir si se lee la base proteica de ese plan alimentario está sobre extendido de soja, la Sociedad de Pediatría expresó en el 2002 que la soja (no se hablaba de la soja transgénica) está prohibida para menores de 2 años, no recomendada para los menores de 5 y para los mayores no más de dos veces. Porque en su composición, tiene como lo que se conoce como falsas hormonas, antinutrientes que impide la  absorción del calcio, hierro, fósforo, entonces hay una población crónica con anemia tanto en las embarazadas como niños en los primeros años de edad. Los colorantes y aditivos químicos están asociados  a la hiperactividad de los chicos, y produce trastornos severos en el aparato cognoscitivo”, expresó.

 

Estado ausente

 

En el caso de la escuela de Pango, la licenciada expresó que “hubo un Estado ausente en el control desde el origen, no cuando se llega a la etapa final, la etiqueta de elaboración estaba correcta, pero en realidad fue adulterada, la responsabilidad es de la empresa que elaboró esos alimentos, pero al mismo tiempo el control y la supervisión de la calidad la tendría que haber ejercido el Estado, no nosotros en el final como consumidores, aunque esa palabra no me gusta porque somos ciudadanos y tenemos deberes y derechos y el primer derecho a ejercer  es el derecho a la alimentación sana, segura y soberana”.

Agregó que “los docentes de la escuela de Pango en una reunión me relataron que tenían confianza porque las etiquetas estaban con las fechas correctas de elaboración, pero resulta habían sido falseadas. Después nos enteramos que se prohibió el consumo de esa marca en todo el país. Estaban distribuyendo un alimento falsificado”.

También aseguró que muchas escuelas no están equipadas con cocinas para que los alumnos tomen la Copa de Leche, como tampoco cuentan con lugares de acopio adecuado, personal capacitado, la persona que está limpiando el baño, 10 minutos después prepara la Copa de Leche, tenemos que diferenciar y capacitar al personal para hacerlo en las mejores condiciones de higiene”, acotó.

 

*LA NOTA COMPLETA EN LA EDICION IMPRESA