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El último y destacado libro de Roberto Rojo

Unas 150 páginas, intensas y atrapantes conforman este último libro "Geniales" de Roberto Rojo, que presentara en la Feria del Libro de La Rioja y de Buenos Aires. Como el antiquísimo Plutarco es un libro que habla de vidas paralelas: son las de el venezolano Andrés Bello y Joaquín González pero con un guiño ingenioso el autor jugando con esto le llama vidas paraleerlas que dice lo suficiente para entender la profundidad del paralelismo de Bello y González..



Ha hecho en este libro algo realmente ingenioso mostrando los muchos aspectos que ambos intelectuales han tenido de similar característica en sus trabajadas vidas y para ello hace utilizando lo que de cada uno de ellos escribieron sendos autores, una suerte de pequeñas biografías que asombran por su similitud y no obstante eso le agrega una ajustada síntesis de Borges en la que se afirma: “A la realidad le gustan las simetrías y los leves anacronismos”.

En sus trajinadas vidas tanto Andrés Bello como González debieron superar carencias de todo tipo. El venezolano que fuera en sus años mozos maestro de Bolívar emigró en tiempos de la independencia a Inglaterra donde el apoyo de su compatriota Francisco de Miranda le permitió profundizar en una multitud de disciplinas, el Derecho, la Literatura, la Ciencia, etc. etc. pero luego de ese periodo Bello la pasó muy mal, muy escasos medios tenía para subsistir. Un diplomático chileno con el que trabó intima amistad sería quien en 1829 le permitió a Bello emigrar a Chile contratado por el gobierno de ese país y allí fue impresionante la actividad intelectual que llevó a cabo, fue senador, fue escritor, periodista, fundó la Universidad Nacional de Chile, escribió los códigos mas importantes de Chile y así se convirtió en el más grande agitador de ideas en ese país. Muy parecida fue la biografía de nuestro Joaquín González. Estudió con dificultades fue desde el principio reconocido por su calidad intelectual, escribió libros fundamentales, códigos que sirvieron durante muchos años a la república, fue un maestro del constitucionalismo, escribió incansablemente, fue político y fundó como obra principal de su vida la Universidad de La Plata.

Asombra que estos dos hombres que cubrieron con sus ejemplares vidas más allá del siglo XIX tuvieran esas similares inquietudes, lograran superar mil trabas y carencias pero siempre supieron muy bien cada uno de ellos las metas a alcanzar. Y lo lograron con creces. Fueron sin duda el venezolano y el argentino las más nobles, exquisitas y brillantes mentes de la América Latina y dejaron una obra ambos que sigue teniendo la misma calidad y proyección no solamente en sus respectivos países sino en América toda.

La obra de Roberto Rojo se inscribe en un verdadero y meditado ensayo de interesantes proyecciones. No ha necesitado tergiversar hechos ni circunstancias ha estudiado a fondo las obras y el pensamiento de ambos personajes y nos ha dejado un brillante trabajo de meditación, de intenso amor a la cultura y de bello exponente de un libro muy bien escrito.