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Otra Revolución de Mayo

Angelelli pedía un oído en los Evangelios y otro en el pueblo. Macri tiene un oído para los CEOs y el otro para el FMI. Para el pueblo, la sordera. Pero este pueblo ya sabe de qué se trata..



Por Silvio Litvin

Se trata de las políticas elitistas y las acciones sospechadas de delictivas, realizadas por Mauricio Macri cada vez que ocupó cargos de poder a lo largo de muchos años.

El pueblo ya sabe  que siempre se trató de beneficiar a las empresas propias o familiares o de amigos, contrabandear autos o estafar al estado con el Correo.

En este 25 de mayo el pueblo ya sabe que quieren hacernos creer que el déficit interno en pesos, se va a reducir endeudándonos en dólares. Ellos dicen que si lo afrontáramos en pesos sería con  mayor emisión de billetes, causando inflación. ¿Acaso bajó la inflación? Al contrario, subió y sigue subiendo.  Ahora no sólo hay inflación sino mucha deuda en dólares, que más temprano que tarde deberemos pagar.

Como los dólares no van a alcanzar deberemos pagar en especies. En los 90 tuvimos que pagar con privatizaciones. ¿Con qué nos hará  pagar el FMI en los 20? ¿Con la Patagonia, con los glaciares, con los peces de nuestros mares?

El Papa Francisco  le mandó una carta a Macri clamando por los débiles

Toda la dirigencia gremial reclama alivio para la clase obrera.

Los más diversos representantes políticos exigen control de tarifas.

Los jefes policiales, de la Federal y de la Pcia. de Buenos Aires han fijado posición sobre inseguridad y pobreza.

Medio millón de personas salieron el 25 a decir que la Patria está en peligro.

Hasta el arzobispo Poli, del derechoso arzobispado porteño reclamó desde la izquierda.

Estamos frente a otra Revolución de Mayo.

Macri, no es cuestión de fonoaudiólogas que le hagan más bella la dicción de las falsedades, ni de asesores que le enseñen a mentir más bonito:

El problema es la sordera. La sordera política.

El grueso de los votos de la Argentina no los pone el FMI ni los CEOs de las grandes empresas. Los votos para ganar la presidencia los pone el pobrerío y la clase media. Los mismos que fueron engañados hasta hace apenas unos días.

Ya la verdad es tan evidente que las encuestas dan calambre.

Ya, para la salida, no puede elegir entre el helicóptero y la ovación.

Como dice el refrán "no hay peor sordo que el que no quiere oír". Y Macri sólo tiene oídos para los criminales que cimentan sus riquezas infinitas en el hambre, la enfermedad, la ignorancia y la muerte de los más débiles.

Débiles hasta que se juntan.