Desgastado por la huelga de camioneros en protesta al aumento del precio de los combustibles y por las cada vez mayores injerencias políticas en su gestión, el presidente de Petrobras, Pedro Parente, presentó esta mañana su renuncia tras exactos dos años en el cargo..

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"Mi permanencia en la presidencia de Petrobras dejó de ser positiva y de contribuir a la construcción de las alternativas que el gobierno tiene por delante", escribió Parente, 65, en una carga que entregó al presidente Michel Temer.

Parente, un ingeniero y ejecutivo que fue asesor del Fondo Monetario Internacional (FMI), exministro de Minas y Energía y exjefe de Gabinete durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, y expresidente de Bunge Brasil, había asumido las riendas de Petrobras con la misión de sanear y recuperar la compañía estatal después del desplome que sufrió por el escándalo de sobornos y sobreprecios que reveló la Operación Lava Jato. Una de sus decisiones clave para volver a hacer lucrativa y viable a la empresa fue poner fin a la política de subsidios a los combustibles que había imperado durante las administraciones petistas de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff; estableció entonces una política de actualización diaria de los precios de los combustibles vinculada al valor mundial del petróleo y del dólar.

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