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Revelan e-mails comprometedores del caso Lava Jato en Brasil

Fernando Henrique Cardoso, el sociólogo que gobernó Brasil entre 1995 y 2002 y fue pieza clave para sustentar al presidente Michel Temer dijo que pedirle dinero a Marcelo Odebrecht, eje de la Operación Lava Jato por su pago de sobornos a campañas, no fue nada ilegal..



El ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso quedó expuesto en la Operación Lava Jato al encontrarse correos electrónicos enviados en 2010 al ex titular de la constructora Odebrecht, el corruptor confeso Marcelo Odebrecht, donde pedía dinero para candidatos de su fuerza, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

La Policía Federal divulgó el informe pericial sobre la computadora de Marcelo Odebrecht, en la cual aparecen los pedidos de Cardoso con el título “SOS”. En un comunicado, el sociólogo que gobernó entre 1995 y 2002 y fue pieza clave para sustentar al presidente Michel Temer, dijo que pedirle dinero a Marcelo Odebrecht, eje de la Operación Lava Jato por su pago de sobornos a campañas, no fue nada ilegal. “Puedo haber pedido, pero era legal. No sé si finalmente dieron (dinero) y no fue a cambio de mis decisiones porque no estaba en el gobierno”, dijo Cardoso en un comunicado.

La Policía Federal logró detectar estos mails en base a un pedido de la defensa del detenido y condenado por corrupción ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que acusó al juez Sergio Moro de no investigar todos los programas informáticos de las computadoras de Marcelo Odebrecht.

El empresario cumple prisión domiciliaria de una condena a 19 años de prisión luego de haber pasado tres en la cárcel por haber confesado haber pagado sobornos en 12 países, con pagos de multas y resarcimientos por 3200 millones de dólares inicialmente a Brasil, Estados Unidos y Suiza. En uno de los emails, Cardoso escribió: “Recordando nuestra conversación en la cena del otro día, le envío un SOS. El candidato al Senado del PSDB Antero Paes de Barros está en segundo lugar y sus rivales, oficialistas, hacen mucha presión porque tienen recursos fuertes”, afirmó Cardoso el 13 de septiembre de 2010 a Odebrecht. Entonces, Cardoso le preguntó si sería posible ayudar al candidato y, acto seguido, le pasó el número de cuenta del candidato a legislador.

Odebrecht respondió: “Presidente, estoy fuera hasta mañana, pero hasta el miércoles voy a mirar el asunto y le contesto. Quédese tranquilo en todo lo que dependa de nosotros. Después aprovecho y le doy un feedback de los demás apoyos y refuerzos que hicimos en línea con lo que conversamos”.

El empresario se caracterizó por apoyar a candidatos de casi todos los partidos, de acuerdo a la confesión sobre aportes de campaña tanto legales como ilegales. Tres días después, Cardoso mandó otro correo pidiendo apoyo para los candidatos a senadores Antero Paes de Barros, de Mato Grosso, y Flexa Ribeiro, de Pará, ambos del PSDB. “Antero ya fue informado de que vamos a apoyarlo. Flexa no lo sé decir, voy a verificar”, respondió Marcelo Odebrecht.

Según la revista brasileña Veja aunque Cardoso haya informado al constructor sobre la cuenta corriente oficial de la campaña de Barros y Odebrecht haya confirmado que haría la donación, no consta en la presentación de las cuentas electorales del entonces candidato ninguna colaboración de Odebrecht o de las empresas que componen el grupo. La compañía tampoco está entre los donadores de la campaña de Ribeiro. Por eso, en base a la pericia de la policía federal, se sospecha que existió una caja 2, es decir, entregar dinero sin ser contabilizado.

Antero Paes Barros, que fue senador entre 1998 y 1996 y que no fue electo en 2010, declaró que no recibió ayuda financiera alguna de Odebrecht en su campaña y que tampoco tuvo contacto con representantes de la empresa de aquel año, informó Veja. Según el Tribunal Superior Electoral, Barros registró 1,7 millones de reales en donaciones en la elección de 2010. El senador Flexa Ribeiro, electo en 2010, dijo, por su parte, que desconocía el pedido de dinero y que no recibió ninguna contribución de Odebrecht. 

Entre los emails, además, apareció uno de un ejecutivo de Odebrecht, André Amaro, diciendo que iba a pagar 1,8 millón de reales en 2010 (unos 800 mil dólares de la época) al Instituto Fernando Henrique Cardoso en 24 meses. El caso de estos correos de Cardoso surgió en la investigación que abrió Moro sobre un supuesto intento de Odebrecht de comprar un terreno para cederlo al instituto Lula.