Diario El Independiente || Edición Digital
Skip to main content

Delegado de la APVyU tuvo que dejar las oficinas escoltado

CHILECITO (De nuestra agencia) Si bien, durante la mañana de ayer, había dos grupos definidos con diferentes tipos de manifestaciones pacíficas, teniendo en cuenta que no hubo cruces entre ambos movimientos (unos usurpando las viviendas y otro manifestándose frente al APVyU), lo que pasó en horas de la tarde fue bochornoso..



Sucedió que mientras estaba manifestándose el grupo de personas frente a la delegación del APVyU, reclamando la salida del titular de esa área Jorge Jalil, llegó al lugar un grupo de hombres, que fue identificado por los manifestantes como miembros del otro grupo en disputa que son los que usurparon las viviendas para “escoltar” junto a personal policial a Jalil para que éste pueda salir de las oficinas, sin tomar contacto con los manifestantes. Esto hizo que se registraran empujones, insultos y otros tipos de incidentes.

Además de violenta, la situación fue bochornosa y los manifestantes aseguraron  que “la patota”, como la llamaron,  que escoltó a Jalil, pertenece a personas del otro grupo en disputa por las viviendas, situación que no deja de llamar la atención.

Pero el conflicto no terminó ahí, inmediatamente quienes estaban manifestándose frente a la APVyU tomaron la determinación de trasladar el reclamo al frente del Concejo Deliberante, donde cortaron la calle Pelagio B. Luna y La Plata, donde se manifestaron con quema de gomas. Allí solicitaban reunirse con los concejales el viceintendente y con el propio Jalil. Los manifestantes aseguraban que no se moverían del lugar, hasta tanto no se concrete dicha reunión. Por ese motivo desde el Concejo Deliberante se realizaban los trámites para que dicho encuentro pueda concretarse en horas de la noche.

 

Motivo del conflicto

 

Recordemos que esta situación se da porque el grupo que tomó las viviendas aseguran tener prioridad ya que estarían incluidos en una primera ley de adjudicación de las viviendas, luego y mediante el trabajo de una comisión se incorporaron otros adjudicatarios, haciendo un número total de 300, cuando las viviendas disponibles son 62. Esta situación hace que las mismas tengan que sortearse, cuestión que el primer grupo no está de acuerdo y por ese motivo decidieron usurpar las casas.

Esto hizo lugar a todo tipo de especulación sobre supuestos manoseos políticos en una de las etapas de la conflictiva situación. Recordemos que en principio el sorteo debía realizarse el año pasado pero el mismo no pudo concretarse, también por falta de acuerdo en la manera de administración  de la diligencia.