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Esperanza en relatos de ex adictos que hoy vuelven a la vida social

CHILECITO. En el marco del trabajo desarrollado por las entidades “Villa Miranda” y AYNI, jóvenes que sufrieron adiciones con sustancias tóxicas, recibieron el alta y vuelven a su vida social ya recuperados..



Laura Godoy, de Villa Miranda, destacó que “se dio de alta a jóvenes que realizaron el tratamiento, es una inmensa alegría que puedan volver a sus respectivos ámbitos con una mirada diferente de la vida, y una actitud de cambio que genera precisamente una transformación en su entorno”.
“Son nuevas personas con una tarea en particular que es ayudar a otros jóvenes a tomar la decisión de salir de este flagelo que ata, que aísla, y que hace tanto daño a la persona que lo padece como a su entorno”, expresó.

 

El relato de los jóvenes 
 

Además de los que recibieron el alta, hay otros próximos a salir a iniciar un nuevo camino, con otros desafíos, pero propósito muy especial que es el llevar el mensaje que “si se puede”. Son oriundos de la ciudad Capital de La Rioja y “emprendieron la rehabilitación a través de la vida comunitaria, donde los valores de solidaridad, trabajo, respeto, y decirse la verdad de uno mismo son claves para el tratamiento”, agregó Godoy.
 

Lucas, que pronto recibirá el alta, cuenta que su experiencia con las adicciones “fue devastadora, me hizo perder todo, comencé consumiendo marihuana, pasé por la cocaína, todo comenzó a derrumbarse, pero reaccioné, estuve a tiempo, siempre estamos a tiempo de salir. Yo asumí mi adicción y pude liberarme de ella, no todo acaba aquí, es un camino, una lucha diaria, una batalla que hay que ganarla todos los días”.
 

Demián, de unos 26 años de edad, dice que “mi vida encontró otro sentido”, porque “consumí de los 15 a los 16 años, a veces se entra por diversión o se busca un refugio. Yo estaba ciego, y llega un momento en que tienes que decidir, es una encrucijada, la vida o el infierno, y es allí donde hay que tomar la decisión de salir, en decirse que se puede”. Llegó “a la comunidad terapéutica Villa Miranda a través de un amigo, estoy feliz porque recibí mucho y sé que puedo dar también”.
 

El más chico del grupo, Ismael, de unos 19 años de edad, dejó un mensaje claro “hay que tomar una decisión, está bueno eso de internarse, se piensa mucho, a veces los padres te ayudan y uno no los escucha, hay mucha gente que te va a brindar una mano, y que siempre se puede salir, basta con decir sí, y todo lo demás se irá dando solo”.