En Samara, los ingleses superaron 2-0 a los suecos con un tanto de Harry Maguire y Dele Alli. Ahora esperan por su próximo rival que saldrá entre Rusia y Croacia..

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Centro + cabezazo = gol. Esa es la fórmula que Inglaterra está encontrando para llegar a las semifinales del Mundial por primera vez desde 1990. Es, sin dudas, la clave para destrabar el duelo con Suecia en Samara y que seguramente se repetirá en la próxima instancia. Un trencito que parece inofensivo se arma en el área. Los jugadores ingleses se agolpan y los suecos no entienden cómo hacer para tomar sus marcas en la pelota parada. Esa estrategia del joven equipo británico sirve para sorprender y para que los autores de los goles se desprendan en la búsqueda de la pelota.

El cero ante Suecia se rompió a los 30 minutos. En un córner a favor, Harry Maguire se escapó de la formación en hilera y distrajo a su marcador. Enseguida, se elevó más alto que el resto y cabeceó para quebrar la resistencia del arquero Robin Olsen. Ya en la segunda parte, la jugada no se repitió porque no fue una pelota parada desde la cual llegó el gol. Pero sí se aprovechó nuevamente un centro para que un cabezazo terminara en gol. Lingard tocó de primera y le puso la pelota en la cabeza a Dele Alli para poner el 2 a 0. 

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