Diario El Independiente || Edición Digital
Skip to main content

Estado de abandono en el estadio Mercado Luna

El cemento “Carlos Augusto Mercado Luna” es la lamentable postal del barrio de Vargas. A su remozada estructura en torno al campo de juego, su exterior es lamentable..



La puesta en valor del estadio de Vargas se inició durante la gestión del ex gobernador Luis Beder Herrera quien tenía como responsable del área de Infraestructura a Néstor Gabriel Bosetti, hoy vicegobernador de la Provincia.

Hubo varias promesas de inauguración con la participación de equipos de primera como Boca o River. Pero eso es solo una cuestión futbolística que marcha por otro carril. Los anuncios sobre las mejoras se retrotraen al año 2013.

La cuestión que se enfoca en esta nota es observar el signo de abandono del estadio y como muestra elocuente de ello es el derrumbe de una de las paredes perimetrales que circundan el rectángulo.

Quienes transiten por la calle Chibchas que da sobre un reconocido supermercado, se podrá advertir que a la falta de iluminación se encuentran con un tramo de la pared de ladrillos totalmente destruida, la que se encuentra en ese estado desde hace considerable tiempo.

La pared, en consecuencia está caída dejando a la intemperie la zona este del campo de juego, por donde se puede entrar y salir sin ningún problema, salvando los escombros que ocupan lo que debería ser la vereda de esa calle.

Sin dudas que todo ese escombro esparcido sobre la proyectada vereda y parte de la calle genera problemas para el tránsito vehicular y en especial para los peatones que deben circular sí o sí por la vereda del frente.

Es un problema de vieja data que vienen soportando los vecinos, quienes alertaron a este matutino sobre la situación que padecen por el abandono de la obra.

Al parecer a medida que avanzaban las obras de remodelación del estadio de fútbol, los responsables del mantenimiento no repararon en una pared que se había derrumbado en donde se construyó la nueva tribuna.

De acuerdo con lo informado, la vieja construcción no soportó las últimas precipitaciones, y fue a dar a tierra, provocando algunos serios inconvenientes para los transeúntes, como así también a las labores que debe realizar un supermercado adyacente, en forma diaria.

Sin entrar en consideración del campo de juego que también aparece abandonado, sin aparente mantenimiento, las esperanzas de algún espectáculo futbolístico de primera como la prometida Copa Argentina aparece muy lejano, al menos ya pasó el mes de marzo de este año en la que se preanunciaba un partido de ese torneo.