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La actividad teatral pasa por la peor crisis de los últimos años

Según los datos auditados en el sector, el mes pasado concurrió al teatro un 27 por ciento menos de espectadores que en junio de 2017. Ya no solo cuesta llenar las salas, sino que los espectáculos reducen el número de funciones semanales. Empresarios analizan la situación..



El teatro argentino está atravesando una de las peores crisis de los últimos años. No en términos artísticos, donde tanto en el circuito comercial como en el off el volumen de producción se mantiene tan variado como interesante. Desde ese punto de vista, el teatro argentino siempre está vital y en constante búsqueda.

Lo que vuelve preocupante el diagnóstico teatral actual es el que remite a las boleterías, donde tanto en cantidad de espectadores como en recaudación se percibe el peor semestre en años. Según los datos auditados por la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales (Aadet), la venta de entradas en las salas de la Ciudad de Buenos Aires en los primeros seis meses de 2018 fue un 4 por ciento menor que respecto del mismo período del año anterior, perforando incluso el piso histórico del olvidable 2016. El panorama no es alentador de cara al mediano plazo, teniendo en cuenta que en junio de 2018 la cantidad de espectadores que fueron a ver algún espectáculo del teatro comercial de la cartelera porteña se redujo en un 27 por ciento, en relación al mismo mes del 2017. Los productores no dudan: que en junio se hayan vendido 70 mil entradas menos que en el sexto mes del año pasado obedece exclusivamente a la crisis económica que atraviesa el país.

Los números son contundentes: entre enero y junio se vendieron 878.302 entradas en el circuito comercial porteño, un 4 por ciento menos que las 914.889 de los primeros seis meses de 2017. Más allá de esa caída semestral, lo cierto es que los productores encendieron las luces de alarma porque el sendero descendiente se profundizó en los últimos tres meses. La comparación interanual marca una tendencia decreciente y cada vez más acelerada en las boleterías: en abril se vendieron un 7 por ciento menos de entradas en relación a mismo mes de 2017, en mayo la caída fue del 12 por ciento y en junio de 2018 los 188.731 tickets vendidos representaron una caída en la taquilla del 27 por ciento en comparación con junio de 2017, mes en el que 258.786 personas acudieron al teatro. Es decir: en junio se vendieron 70 mil entradas menos que un año atrás.

“Estamos viendo que, de 2014 para acá, este es el año más flojo de todos”. El que afirma taxativamente el derrumbe de la actividad teatral es Sebastián Blutrach, presidente de la Aadet, la asociación que nuclea a los empresarios teatrales. “Lo más preocupante es que el primer trimestre había sido bueno, es decir que todo lo malo aparece a partir de abril y todo indica que esta situación económica va a ir para peor. Es preocupante de la misma manera que lo es para cualquier comercio o empresas Pyme ante la falta de plata en la calle y la retracción del consumo”, subraya el productor teatral, dueño de Teatro Picadero.

Las causas de la caída en las ventas de entradas, coinciden los empresarios, son más económicas que artísticas. De hecho, el derrumbe en la cantidad de espectadores que va al teatro es integral, afectando el “borderó” (tickets vendidos) de todas las obras, sean comedias o dramas, se presenten en grandes salas o en pequeñas, sean novedades o éxitos consagrados en temporadas pasadas, formen parte del circuito comercial, del teatro oficial o del espacio independiente. Esa afectación general en las boleterías, dicen los que saben, responde únicamente a la crisis ecónomica que atraviesa la Argentina, profundizada por la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos.