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"No era un hombre de odios, ni que incitara a la violencia"

En una entrevista exclusiva con El Independiente el obispo de La Rioja, Marcelo Colombo, quien próximamente asumirá como arzobispo de Mendoza, destacó el trabajo pastoral de monseñor Enrique Angelelli y habló de la beatificación..



Consultado, primeramente, sobre lo que significó para él, monseñor Angelelli, el obispo Colombo respondió: “Lo conozco como referencia de mis primeros años de seminarista. El primer regalo que recibí cuando ingresé al seminario fueron sus poesías de parte de un compañero hoy sacerdote en la Diócesis de Mar del Plata”.

“Entonces se me abrió una figura con una sensibilidad exquisita y con el tiempo llegué a conocer su obra y estando en La Rioja pude profundizar y conocer más sobre su entrega pastoral y martirial”, precisó.

Consideró que es una figura extraordinaria que honra al pueblo riojano y sobre todo lo enaltece. “Fue un hombre que ha querido pronunciar con toda dignidad el nombre de La Rioja y llevó al país y a la iglesia a nivel universal como signo de una iglesia martirial, samaritana y que está siempre en la búsqueda de una mejor presencia en la sociedad”.

Para Colombo “Angelelli fue en ese sentido quien rescató a La Rioja de una cierta postergación, no solo en sentido social, sino también en un sentido eclesial, pues puso a La Rioja en una relación con las demás iglesia de mucha importancia”.

Asimismo señaló que “la entrega de su sangre, como la de los sacerdotes Gabriel Longueville, Carlos de Dios Murias y del laico Wenceslao Pedernera nos hace recordar a las primeras iglesias cristianas que merecieron aquella expresión de Tertuliano sangre de los mártires, semilla de nuevas comunidades”.

Consultado sobre ¿Qué lo llevó a motorizar la causa del martirio de Angelelli? expresó “llegué a La Rioja sin saber de la causa civil, ni sabía que se iniciaba la causa penal, me enteré a los pocos días de su inicio, por lo que participé de algunas audiencias y seguí de cerca como querellante de La Rioja la instrumentación del juicio”.

“No me quedaron dudas cuando se pronunció primero la Cámara y luego la Corte, que había que traducir esta conciencia de las razones de la muerte, de sus motivos, en un proceso canónico que ha diseñado la Iglesia y que puso a Angelelli en esa dimensión de ejemplo y testimonio pastoral que merecía y que el pueblo necesitaba”, acotó el Obispo.

Según Colombo “la figura de Angelelli quedaba permanentemente expuesta en situaciones dramáticas y siempre el buen pastor era el que sobresalía, no era un hombre de odios, ni que incitara a la violencia, ni mucho menos que comprometiera a la juventud en ella, por el contrario Angelelli era un pastor jugado enteramente en primera hora y persona por la dignidad de los pobres, y esto lo llevó a animar a todos los jóvenes a comprometerse también con el futuro”.

El obispo recordó un testimonio de Angelelli que decía “ ‘no cambien nada, no cambien su dignidad por un plato de lentejas’ les supo decir en alguna oportunidad. Discutan, dialoguen, conversen, busquen juntos, repechar juntos’, fue una expresión de Angelelli que me llevo puesto en el corazón”.

Causa del pueblo

 Asimismo agregó “la causa de Angelelli es una causa del pueblo y de la Iglesia riojana, confieso no es de mi pertenencia. Ciertamente estoy muy feliz de haber contribuido con mis conocimientos, mi personalidad, mi accionar, para que se agilizarán algunos pasos y se pusieran en marcha los mecanismos que la iglesia prevé para todos, no solo para Angelelli, pero a veces la desidia, la falta de conocimiento hace que no se encare los procesos de beatificación y posterior canonización”.

Colombo señaló que “Argentina tuvo muy tardíamente su primer santo y nuestro país la iglesia tiene una antigüedad de casi 500 años. Sin embargo hoy nos podemos encontrar con la figura del Cura Brochero, la Mamá Antula, Ceferino Namuncurá, Artemi de Saqui, Laura Vicuña y distintas religiosas y ahora Angelelli, Longeville, Murias y Pedernera como expresión de una iglesia local”.

“En mi caso fue servir como pastor, canonista, y poner todo mi saber en pos de esta causa, en ese sentido me voy muy contento, lo hice de todo corazón,  pero como digo, la causa es de la iglesia y es el pueblo riojano quien proclamaba la santidad de estos hombres, en los secretos del corazón, en las parroquias y en tanto actos”, agregó.

Para finalizar, con referencia a si sus colegas de la Conferencia Episcopal comulgaron con su tarea por la beatificación de Angelelli comentó “en la Conferencia Episcopal Argentina hay una verdadera identificación y últimamente he recibido muchos mensajes y apoyos, en especial luego de esa nefasta editorial de La Nación. He recibido mensajes muy importante de los obispos, debo confesar que ha cambiado la generación de los obispos y hombres jóvenes con mayor comprensión de la figura de Angelelli están contentos y felices de verlo proclamado como beato” dijo el obispo.